En 2018 se registraron en La Rioja más de 4.100 accidentes laborales, “la siniestralidad laboral sigue creciendo”
Las cifras de siniestralidad laboral siguen creciendo en La Rioja “hasta resultar insoportables”, indica UGT La Rioja a través de una nota de prensa. Según los datos oficiales, durante el año 2018 en La Rioja se registraron 4.118 accidentes laborales con baja, un 1,2% más que en 2017.
“Un ascenso imparable nutrido por la creciente temporalidad y parcialidad de los trabajos que impiden una correcta gestión de la prevención de riesgos laborales por parte de la empresa y anula la percepción del riesgo real que sufren en el caso de los propios trabajadores”, explican.
Para UGT, “de esta dramática estadística destaca el incremento en un 2,3% de los accidentes laborales 'in itinere' en ocasiones poco tenidos en cuenta pero que contabilizaron 363 accidentes laborales con baja en 2018”.
Por otro lado, si bien la siniestralidad mortal se redujo considerablemente -de 7 a 1 según la estadística oficial- para el sindicato “resulta escandaloso el crecimiento de accidentes laborales mortales -un 81%- al contabilizarse 38 accidentados graves en jornada y 2 más in itinere”.
Por sectores, la industria manufacturera sigue acaparando la gran mayoría de accidentes -1.223 en 2018-, seguidos por sectores como el comercio y la construcción; este último, con un incremento de la siniestralidad del 12%.
Este aumento de la siniestralidad laboral “continúa imparable en 2019”. Según los últimos datos oficiales publicados, entre enero y febrero se registraron 785 accidentes laborales con baja, un 0,3% más que en el mismo periodo de 2018.
En definitiva, “datos que deben avergonzar tanto al ámbito empresarial como a la propia administración por ser claro síntoma de que la prevención de la salud de los trabajadores no está ocupando el puesto prioritario que debería en su actividad”.
Para el sindicato “resulta evidente que la inseguridad laboral junto con el empeoramiento de las condiciones laborales condiciona la capacidad de defensa de los trabajadores frente a las agresiones presentes en el medio laboral, aceptando circunstancias más precarias y más peligrosas para su seguridad y salud, con el único motivo de mantener su puesto de trabajo, aunque sea a costa de su salud”.
De hecho, el 40 por ciento de los trabajadores accidentados en La Rioja el año pasado tenían una antigüedad en el puesto inferior a un año y el 32 por ciento de los accidentes graves los sufrieron trabajadores con contratos temporales.
Así las cosas, “queda claro que las condiciones precarias influyen directamente en la siniestralidad laboral”. Y sin embargo, la opinión pública, las personas, la sociedad, “no sienten la siniestralidad laboral como algo que es imprescindible erradicar. No es un problema del que sean conscientes. No existe hasta tal punto que ni ha merecido unas líneas en los programas electorales de algunos partidos políticos que concurren a las elecciones”.
Por este motivo, UGT exige al nuevo Gobierno y Parlamento que surja de las elecciones generales del próximo domingo, en el que también conmemoramos el Día Internacional de la Salud y Seguridad en el Trabajo, que derogue las reformas laborales y avance en un nuevo marco legal que “combata la precariedad y acabe con el deterioro de las condiciones de trabajo asociadas al incremento de los daños a la salud. Igualmente, exigimos al resto de gobiernos que nazcan de las elecciones autonómicas y locales mayor sensibilidad con una materia que atañe directamente a la vida de sus ciudadanos, incrementando la actividad inspectora y, en su caso, sancionadora”.
Por último, el sindicato quiere llamar la atención sobre la campaña puesta en marcha por la Secretaría Confederal de Salud Laboral para hacer visibles las muertes que se producen diariamente en el trabajo y que pueden y deben evitarse. La campaña, #NiUnaMuerteMas, pretende poner de relieve el coste vital que miles de personas asumen cada día, paradójicamente, para ganarse la vida.
La siniestralidad laboral es un asunto que afectó en 2018 a 1.333.002 personas que sufrieron un accidente de trabajo, 10.993 más que en 2017. A ello debemos añadir otras 24.231 enfermedades profesionales registradas, un 14.36 por ciento más que las de 2017.
“Dos muertos al día, dicen las estadísticas. Muertes pasadas, presentes y futuras, si no ponemos remedio cuanto antes, que los medios de comunicación podrían ayudar a evitar, informando de estos casos, investigando en las causas, denunciando las condiciones de trabajo que llevan a muchas personas a perder la vida o su salud”, han concluido.
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