“Estar preparado para algo como lo de Haití es imposible”

Jesús Tofé es un joven logroñés de treinta años que

ejerce su carrera profesional como enfermero de urgencias en el Servicio 061 de Aragón. También es miembro de la Asociación de Enfermería de Urgencias (ASEUA) que colabora con la ONG Bomberos Unidos Sin Fronteras. Y será con esta organización con la que viaje el domingo 31 de enero a la capital de Haití, Puerto Príncipe. Su misión es ofrecer asistencia sanitaria en el Hospital General, y “como la situación cambia cada día” también se ocupará de tareas puntuales como rescates.

El Hospital General de Puerto Príncipe se derrumbó con el primer terremoto de magnitud 7 en la escala de Richter, tiene carencias de agua potable, electricidad, personal sanitario, medicamentos e incluso alimentos para los enfermos. Jesús recibirá información detallada de su labor en Haití 24 horas antes de partir, en el mismo momento en el que le informen sobre cómo es el día a día de otros compañeros que ya están trabajando en el país desde el seísmo. En su equipaje serán imprescindibles durante los próximos 20 días fortaleza psicológica y física como herramientas de trabajo. Reconoce con humildad que el esfuerzo físico va a ser duro, pero que las horas no van a ser las causantes de su debilidad sino la convivencia con el sufrimiento de miles de personas a las que va a ver morir, sufrir, y sin medios básicos. En medio de la oscuridad también se esconde la esperanza, ayer conocimos que los equipos de rescate encontraron a una superviviente, Jesús muestra su alegría, pero asegura que por cada persona que rescatan hay hospitales desbordados donde están muriendo cientos de ciudadanos al día por no tener medicación. Las buenas noticias brillan sobre el dramatismo porque llaman la atención en los medios de comunicación, pero la preocupación de Jesús reside en los cientos de personas que están sufriendo, por ejemplo, amputaciones. Comenta que en un país en el que es imprescincible estar bien para poder trabajar, las personas a las que le falten los brazos o pies...lo van a pasar muy mal en un futuro porque las consecuencias de las amputaciones van más allá del problema de salud.

El domingo por la mañana se reunirá con los logistas y miembros de la ONG Bomberos Unidos Sin Fronteras para aclarar las tareas que van a desarrollar y organizar el material médico. A pesar de ser un trabajador 'acostumbrado' a las emergencias es la primera vez que se enfrenta a una catástrofe de estas características en el extranjero.

En su día a día, se encarga de emergencias sanitarias, y está vinculado con ASEUA a proyectos de investigación y cursos para la Universidad de Zaragoza. Esta asociación acudió en misión sanitaria al tsunami que devastó las costas de Indonesia en Sri Lanka o a Pakistán, pero es la primera vez para él. La motivación que le ha empujado a viajar hasta el lugar del desastre ha sido su vocación, como enfermero de emergencia es consciente de que su deber es ayudar a otras personas en una situación de necesidad.

Afronta con tranquilidad este reto, porque al igual que otros compañeros prestan un programa de educación a la salud, asegura que su trabajo es ayudar en catástrofes de este tipo. En cierto modo se siente capacitado porque de alguna manera es testigo directo de desgracias todos los días en la UVI móvil, aunque asegura que estar preparado para algo como lo de Haití es imposible. Viajará hasta el mayor campo de refugiados de este momento junto a media docena de personal sanitario de Alicante y Zaragoza. Desde el día de la catástrofe, Bomberos Unidos Sin Fronteras operan en Haití, y con la operación de este fin de semana, será el segundo grupo que se envíe al país.

¿Tienes miedo a lo que te puedas encontrar en Haití?

Igual no es miedo, pero respeto si. Tenemos miedo a llegar y no poder ayudar porque no tenemos recursos suficientes. Estamos acostumbrados a tener medios para cualquier necesidad en España, pero no sé cómo vamos a responder sin los medios disponibles.

¿Crees que esta experiencia te cambiará la vida?

Espero que no me cambie la vida. Por ahora es pronto para saber como reaccionaré en Haití o si volveré a participar en un proyecto de estas características, pero creo que volvería a colaborar porque es la razón por la que voy. Las experiencias que han vivido otros compañeros son muy distintas, unos dicen que no volverían pero en cambio he visto a otros que aseguran que en estos momentos es cuando han sentido que su trabajo es de verdad útil, y que el esfuerzo es recompensado.

¿Qué sienten tus familiares y amigos?

Mis padres y mi novia están muy orgullosos pero evidentemente tienen miedo por lo que pueda pasar, mucha gente me dice que si estuvieran en mi lugar harían lo mismo.

¿Crees que la ayuda internacional está llegando?

Se va ofreciendo mucha ayuda poco a poco, la gente está muy concienciada con Haití y parece que las ayudas se van a prolongar a muy largo plazo. Todos mis compañeros del 061 de Aragón tienen muchas ganas de ayudar. Ahora mismo las necesidades de Haití son todas, es uno de los países más pobres del mundo con un funcionamiento de base muy precario, después de un terremoto como éste la necesidad es total.

¿Qué mensaje envías a la gente para que colabore con Haití?

Yo les diría que actúen como les gustaría que les respondieran y que intenten ponerse en las circunstancias de las personas que están ahí viviendo. Lo que ellos desearían que otras personas hicieran si se da el caso, es la labor que nos toca ahora a nosotros desde aquí. Que no se nos olvide en cuanto no salgan en las noticias.

La ONG Bomberos Unidos Sin Fronteras realiza a lo largo del año una serie de actividades a nivel nacional para ir recaudando recursos económicos, en la web encontrarás más información sobre la ONG y el número de cuenta para colaborar económicamente con SOS Haití.