Hora tierra
Las luces de las ciudades de medio mundo ya se han apagado en una jornada convocada para concienciar sobre el ahorro de energía y la lucha contra el calentamiento global. Hoteles, restaurantes, viviendas y edificios enteros apagaron sus luces para secundar la campaña 'Hora Tierra' que proponía desconectar las luces durante una hora a partir de las 20.00 horas.
Se calcula que unas 30 millones de personas habrán apagado sus luces durante una hora una vez se complete el ciclo de husos horarios que comenzó hace ya horas en Fiji y Nueva Zelanda. Más de 380 localidades y 3.500 empresas de 53 países han dado su adhesión a esta campaña, que tiene su origen en una acción similar, pero convocada sólo para la ciudad australiana de Sidney.
“Hora Tierra demuestra que la gente común está preparada para actuar conjuntamente para encontrar una solución al cambio climático. Se puede hacer”, declaró uno de los organizadores de la campaña, James Leape, de WWF International.
Las luces de la Ópera de Sidney del emblemático Puente del Puerto se apagaron mientras muchos australianos se congregaban para celebrar fiestas en las playas o jugar partidas de póquer, aunque siempre a la luz de las velas.
En Bangkok también se adhirieron a la campaña algunos de los distritos empresariales y centros comerciales, aunque las luces de las calles permanecieron encendidas. Uno de los hoteles de la ciudad invitó a sus huéspedes a cenar con velas.
En Copenhague, los Jardines de Tivoli, el Palacio Real y la Ópera apagaron sus luces durante una hora, al igual que muchas de las farolas de la capital. “En la plaza central muchas personas se concentraron para ver las estrellas”, indicó la portavoz de WWF Dinamarca, Ida Thuesen. “No es habitual poder ver las estrellas en una ciudad”, explicó. En Noruega, la estación de esquí de Kvitfjell, sede de los Juegos Olímpicos de invierno de 1994, celebró fiestas a la luz de las velas mientras caía una fuerte nevada.
En Reino Unido un total de 26 pueblos y ciudades se adhirieron a la convocatoria y fue curioso ver por una noche apagadas las luces del Ayuntamiento de Londres, la catedral de Winchester y otros edificios oficiales. Otras ciudades europeas como Budapest, con su castillo, catedral y sede del Parlamento secundaron la iniciativa.
Ahora llega el turno de las ciudades del otro lado del Atlántico. El emblemático Golden Gate de San Francisco, las Torres Sears de Chicago o la Torre CN de Toronto también se quedarán a oscuras, al igual que las cataratas del Niágara.
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