Israel negocia con EEUU para hacerse con más armamento

Para Israel su seguridad es una prioridad a la que no piensa renunciar. En este sentido, el gobierno israelí ha comenzado a negociar con Estados Unidos la adquisición de 20 nuevos aviones de combate F-35, según ha revelado el jefe del Estado Mayor israelí, teniente general Gabi Ashkenazi.

Ashkenazi se apresuró a aclarar que la venta está “en negociación” y que todavía no conoce la “decisión final”.

Sin embargo, algunos medios apuntan que el gobierno de Estados Unidos ha ofrecido los aviones a Israel a cambio de suspender por tres meses la construcción en los asentamientos, un asunto clave en las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos .

Las fuentes consultadas relatan que la secretaria de Estado, Hillary Clinton, propuso al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, la entrega de los F-35 por valor de 3.000 millones de dólares y reforzar el apoyo de Washington a Tel Aviv en Naciones Unidas.

Ya el mes pasado Israel compró una veintena de estas aeronaves por un precio de 96 millones de dólares (más de 70 millones de euros) cada una.

Israel deberá esperar un periodo mínimo de cinco años para recibir, entre 2015 y 2017, los aviones que compró en octubre. Con ellos pretende aumentar su capacidad de defensa ante un hipotético ataque de otros países de Oriente Próximo.

Relación con Líbano

Por otro lado, Israel ha anunciado su aprobación a un plan para la retirada de sus tropas de una localidad en la frontera con Líbano, Ghajar, que ha provocado durante tiempo tensiones con Hezbollah y con la vecina Siria.

El gabinete de seguridad de Netanyahu, compuesto por quince ministros, ha aprobado en una votación la retirada del norte de Ghajar, pero no fijó una fecha, según han informado fuentes oficiales israelíes, que precisaron que se esperará para ello a mantener conversaciones con la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano, la FINUL , sobre la seguridad.

Israel consiguió Ghajar, junto con los Altos del Golán, en la guerra de 1967. Una delimitación de Naciones Unidas del territorio libanés dejó al país el norte de Ghajar y el sur bajo control israelí. Los habitantes de la zona obtuvieron la nacionalidad israelí, aunque se definen como sirios.

La secretaría del Gabinete israelí ha dicho en un comunicado que el gobierno quiere preservar “la seguridad de los ciudadanos de Israel y las formas de vida de los residentes del pueblo, que ha permanecido como uno, una unidad indivisible”.

Israel se replegó del norte de Ghajar en 2000 cuando terminó la ocupación de 22 años del sur de Líbano, pero volvió a tomarla durante la guerra de 2006 contra Hezbollah, explicando que los habitantes del pueblo servían de conducto para los ataques de la guerrilla y el tráfico de drogas.

Por otro lado, Ashkenazi alertó hace unos días de que la publicación de los resultados de la investigación sobre el asesinato del ex primer ministro libanés Rafik Hariri posiblemente provoquen un estallido de violencia e incluso un golpe de Estado de Hezbollah en el país.

“Los radicales están ganando fuerza en Líbano. La publicación del informe podría desestabilizar Líbano y ser utilizada como excusa para Hezbollah para completar su toma del país entero”, afirmó Ashkenazi, según publica el diario israelí Yedioth Aharonoth.