La alcaldía de Londres será conservadora
El candidato conservador a la alcaldía de Londres, Boris Johnson, arrebató a Ken Livingstone el bastón de mando con un total de 1.168.738 votos entre primeras y segundas preferencias tras ocho años de gobierno laborista, los mismos que tiene el cargo en la capital británica en la que las elecciones del pasado jueves registraron la más alta participación de su historia, con el concurso estimado de un 45 por ciento de los 5,5 millones que estaban llamados a votar.
Tras un recuento que se prolongó hasta medianoche (una hora más en España), cuatro horas más de las 12 inicialmente previstas cuando comenzó a las 8.30 horas, los 'tories' pusieron el broche de oro a una jornada que les otorgó el 44 por ciento de los sufragios con el acceso por primera vez en su historia al puesto de 'mayor' de Londres a través de un ex periodista cuyo ascenso como cabeza de cartel desde su escaño en la Cámara de los Comunes había sido una apuesta del líder del partido, David Cameron.
Para erigirse como vencedor en los comicios de Londres, los únicos en los que los ciudadanos eligen directamente al alcalde, Johnson precisó finalmente de la segunda preferencia ante la que los ciudadanos deben decantarse en las papeletas de la ciudad del Támesis y que se tienen en cuenta en caso de que ninguno de los candidatos obtenga el 50 por ciento. La diferencia respecto al hasta ahora regidor con la suma de ambos fue de 140.000 votos.
Con todo, el aspirante conservador constituyó la primera opción para 1.043.761 votantes, por los 893.677 que lo fue Livingstone, que fue, sin embargo, la segunda preferencia más alta, con 135.000 ciudadanos que apostaron por él. Así, uno de los motivos que dilató más la confirmación de los resultados fue, precisamente, el escrutinio de esta segunda preferencia, así como la importante participación respecto a la registrada en las elecciones registradas hasta este 1 de mayo.
PRIMERAS PALABRASEn sus primeras palabras tras confirmarse que se hará cargo del destino de la ciudad en los próximos cuatro años, Johnson se definió como un hombre “extremadamente afortunado” y admitió que los resultados no prueban que Londres se haya vuelto de repente una ciudad conservadora, pero aseguró: “Los conservadores hemos cambiado y somos un gran partido”.
Además, aprovechó para prometer que “trabajará hasta la extenuación” para ganarse la confianza de quienes no confían en su capacidad para gestionar la capital británica y acabar con lo que denominó los “mitos” sobre su figura, con el objetivo de hacer de “un gran Londres, más grande aún”. “Pongámonos manos a la obra mañana y tomemos una copa esta noche”, concluyó, después de tener palabras de reconocimiento a su antecesor: “Has sido un respetable servidor público y un distinguido” político para la ciudad con actuaciones entre las que recordó la respuesta en los atentados terroristas perpetrados el 7 de julio de 2005.
Por su parte, Livingstone dijo “sentir” no haber podido lograr una tercera victoria consecutiva y aseguró “aceptar la responsabilidad” de que los laboristas no se hicieran con la victoria. Además, aprovechó el envite de su rival, a quien auguró “los mejores años de su vida” al frente de “la más increíble ciudad”. “Continuaré viviendo en ella, amándola y trabajando para hacerla mejor”, concluyó.
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