La falta de precisión condena a España

A tenor de lo visto en el once inicial de la Sub'21, parecía que el partido sería coser y cantar. Un entretenimiento para futbolistas que están acostumbrados a competir a primerísimo nivel en clubes millonarios de presupuestos excesivos. Sin embargo, la carga física de la pretemporada y el tempranero gol de Kauko acabaron por amargar el debut de Luis Milla.

Y no lo hizo del todo mal España. Con Jeffren y Capel en las bandas, ejerciendo sus labores ofensivas de forma eléctrica y explosiva, Javi Martínez llevando la batuta de una orquesta en ocasiones desafinada y Parejo y Fran Mérida dejando detalles de tremenda clase, pero también demostrando que les falta rodaje en los momentos de responsabilidad, sólo les faltó la chispa que enciende la llama, un destello, o un instante de lucidez que deshiciese el empate.

Hradecky lo para todo

Lo intentaron con ahínco, con más corazón que orden pero merecieron más. Finlandia se limitó a resistir con estoicismo numantino sin ninguna ambición más que la de aguantar un resultado que no les servía de nada. Tras el gol de penalti de Bojan, que hizo una tremenda labor de desgaste sobre la zaga nórdica, las ocasiones cayeron como flechas puntiagudas sobre la portería de un Hradecky que se mostró sólido y evitó una derrota abultada de su equipo.

Incertidumbre en la Sub'21

Javi Martínez, veleta y timón de España, lo intentó en varias ocasiones desde lejos pero la muralla finlandesa detuvo todas las intentonas. Ander Herrera, que salió en la segunda parte, dio profundidad y sentido común al equipo español, pero no pudo ser y la incertidumbre se apodera del conjunto dirigido por Milla, que por cierto tendrá que realizar una transición complicada entre selecciones inferiores.

Los siguientes partidos nos enfrentarán contra el líder del grupo, Holanda, y Polonia que se sitúa tercera en la clasificación. Si los de rojo consiguen mantener sus números no tendrán problema en meterse como uno de los cuatro mejores segundos. Eso sí, mucho tienen que mejorar para medirse a los mejores.