La Peña Taurina “El Quite” clausuró el ciclo de conferencias
Este sábado, 30 de enero, se clausuró el ciclo de conferencias organizados por la Peña Taurina “El Quite” en el Salón Cultural de Ibercaja, presentándonos la charla: Primer tercio, suerte de varas, a cargo del picador, veterinario e ingeniero agrícola D. Antonio Calvo Capilla “Montoliú” y el empresario caballar D. Alain Bonijol.
Dos puntos de vista diferentes los que nos dieron los invitados a pesar de que estén “condenados” a complementarse por el bien de ambos.
Alain Bonijol destacó que su ilusión y su gran pasión por la suerte de varas le ha llevado a crear una cuadra de caballos de picar, con la que empieza a tener reconocimientos, en lo que prima sobre todo la movilidad del caballo, cualidad nos dijo que no en todas las cuadras destaca. De la mano de su profesor Antonio Trigo, mayoral de la cuadra de la Real Maestranza de Sevilla, ha llegado , cree, a tener el mejor caballo posible para el disfrute del aficionado cruzando sobre todo dos razas, la percherona, caballo de tiro en tiempos pasados y que aporta la fuerza y el español que es el que aporta la movilidad. Otra característica es que ninguno de sus caballos sobrepasa lo estipulado por el Ministerio del Interior, 650 kilos, ni sus petos superan los 25 kilos también marcados. Y hablando de sus petos nos contó que él mismo es el que empezó a hacerlos usando la misma tela que se usa para un chaleco antibalas, ganando así elasticidad con la garantía de que el toro no pueda dar una “cornada” al caballo y por otro lado reduciendo el peso de los petos para facilitar la movilidad del animal.
De momento el experimento le funciona y ya usan el mismo material en la cuadra sevillana.
Como curiosidad decir que la temporada pasada actuó en ochenta festejos en plazas importantes tanto francesas como españolas y que ninguno de sus caballos sufrió percance alguno.
Por otro lado y de la mano de Antonio Montoliú nos dio su visión de la suerte de varas. Para los menos duchos en la materia nos explicó cómo se coloca realmente una puya, las consecuencias posibles de su mala colocación, la diferencia entre ejecutar un buen puyazo a realizar una buena suerte de varas.
Nos hizo un breve elenco histórico a través de unas ilustrativas diapositivas desde primeros del siglo XIX donde el picador era el realmente importante en la cuadrilla y cómo se hacía un picador que empezaba de reserva, y era el que paraba al toro desde su salida hasta la actualidad donde realmente es el más vilipendiado de la misma.
La misma evolución nos hizo de la puya, desde las primeras que iban con arandelas y se podían meter una cuarta hasta las actuales que termina en una cruceta, con la que ya es imposible introducirla más.
Y del peto, o mejor dicho de la inexistencia en los primeros tiempos del toreo y que poco a poco se fue viendo que era una suerte cruenta por la cantidad de caballos que morían, y primeramente se introdujo el llamado delantal a modo de faldoncillo hasta evolucionar hasta el actuar que llega a cubrir manos y patas por separado y el peto que va rodeando casi enteramente al caballo.
En cuanto a las características del picador insistió en la profesionalidad y honradez que tienen que tener los picadores y la cualidad que tienen que dominar es la doma del caballo ya que como se dice del buen toreo, que la mano que da dinero es la izquierda, aquí en la suerte de varas la que realmente pica es la zurda ya que en ella está la esencia de dominar al caballo y ejecutar la suerte de una forma u otra.
Y a título más personal Antonio Montoliú nos dijo las ganaderías que prefería para picar por la forma de venirse al caballo, recto y con prontitud, destacando Cebada Gago, Victorino Martín y Miura y que lo peor para un picador es el toro incierto, que se frena o que se lo piensa.
En cuanto a la colocación perfecta del caballo y el jinete es estar dando los pechos del caballo al toro y estar encuadrado entre las orejas del toro y de ahí llamarlo para que acuda al cite. Y en la perfecta ejecución del puyazo, tal y los cánones, picar en el morrillo pero su buscan más la agujas, justo tras el morrillo. Y en relación con esto y como respuesta a la pregunta de una asistente a la charla de porqué se pica tan mal y tanto contestó que es un segundo en que todo se tiene que ajustar a la perfección para realizar una buena ejecución y que hay muchos factores que enumerar como son: llevar bien al caballo, que el toro venga recto, apuntar en el sitio correcto y otros factores menos visibles al público como son el miedo que pasan, preocupaciones familiares o que simplemente no estás en un buen momento anímico.
En definitiva que es la suerte más bonita en una corrida de toros pero a su vez la más desvirtuada a la postre y una de las más difíciles de ejecutar.
Una magnífica charlal que terminó en un coloquio con los asistentes, en conclusión otro logro de Alejandro Lerena y su junta directiva.
En la cena posterior se hizo el homenaje al socio fundador y ex presidente de la entidad recientemente fallecido D. Andrés Martínez “Tito” y se entregó una mención especial a Alain Bonijol por su labor con los caballos en la pasada feria matea.
0