Las 10 claves para ser un laureador ejemplar

La calle Laurel es uno de los epicentros gastronómicos de La Rioja, pero no basta con ir a tapear. Como indica la web de esta zona, “siempre hay caminos para disfrutar de una experiencia completa, sobre todo cuando vienes de fuera y la vives por primera vez”. Para saber realmente cómo disfrutar de esta calle, han elaborado un pequeño manual con 10 recomendaciones y un punto de humor para ser “un laureador ejemplar”.

En primer lugar, la actitud es importante. Hay que venir con ganas de disfrutar a tope y en buena compañía. Además, contarás con un apoyo fundamental: “los logroñeses somos mucho majos”. El listado también explica que la zona de La Laurel son, en realidad, 4 calles entrecruzadas: Calle Laurel, Travesía del Laurel, San Agustín y Albornoz. “Los laureadores autóctonos nos guiamos en realidad por el bar, a fuerza de recorrerlos durante años, los conocemos todos”.

Cuando vayas a pedir un vino Rioja, tendrás que pedirlo así: “Un Rioja porfa”. “Los camareros de La Laurel son expertos en vinos con nuestra Denominación de Origen”.

Así mismo, detallan que los sábados y festivos hay mucha aglomeración de gente, por lo que hay que ser “ágil y escurridizo” para ser el primero en llegar a la barra. Eso sí, “no te extrañes con los nombres raros: Matrimonio, Cojonudo, Rotos, Tío Agus, Quejas, Zorropito, Trufoie, etc… No se trata del catálogo de la última exposición de arte abstracto en la Sala Amós Salvador (que puedes visitar antes o después de laurelear, merece la pena), sino de las denominaciones de algunas de las delicias que encontrarás en La Laurel”.

La mejor técnica para comerte un pincho en La Laurel es “con la cabeza hacia adelante, el culo ligeramente hacia atrás, en una mano el pincho (quizá un plato de pinchos) y en la otra el vino, y lo más difícil, comértelo sin que te caiga nada encima”.

En el suelo encontrarás la senda de los elefantes, unas líneas serpenteantes que recorren las calles. Hay muchas versiones sobre su significado, pero lo que es seguro es que “el gran laureador siempre las atravesará en perfecta línea recta”.

Aprende a hablar como un auténtico riojano es otra de las recomendaciones del artículo, que aconseja utilizar expresiones como “está de puta madre”, “hostia qué bueno”, “la virgen qué rico”, “qué chorra más da”, “pantaloneta” (es un pantalón corto y, aunque sea pleno invierno y esté nevando, busca un lugar donde usar esta palabra, recibirás una aprobación inmediata) o “sí por los cojones” (cuando quieras decir “no”). Y sí: el condicional riojano es de uso válido y admitido en La Laurel.

Además, todo buen laureador siempre debe llevar la guía de pinchos y, por último, después de una sesión de Laurel “el laureador se sentirá bien comido, bien bebido y bien feliz”.