Los hallazgos en Ruavieja cuestionan su antigüedad como calle
Ruavieja no es la calle más antigua de Logroño. Por lo menos esto es lo que parecen indicar los restos hallados en el número 21 de la calle, según los cuales parece ser que en los siglos XII y XIII no estaba urbanizada. Durante los meses de verano, un equipo de arqueólogos encabezado por Pedro Álvarez Clavijo ha estado trabajando en el solar, donde se han hallado restos de muy distintas épocas, la más antigua de las cuales es la romana.
Todavía no se ha llevado a cabo todo el trabajo de estudio y datación de las piezas encontradas, pero pueden definirse ya algunas hipótesis, entre las que destaca que Ruavieja no es tan antigua como se creía hasta hace poco.
En concreto, llevan a esta idea dos silos medievales similares a los que se encontraron en un solar cercano, en los números 18 y 20 de las misma calle. Según Álvarez Clavijo, la presencia de estos silos demuestra que el solar no estaba urbanizado en los siglos XII-XIII. Había actividad y vida, pero no hileras de casas que definiesen una calle.
“Es una zona de actividad muy antigua, por donde entraban los carros con la uva a los lagos, que se construían aprovechando la inclinación del terreno. Pero no era exactamente una calle, sino más bien el borde de la ciudad y las traseras de la calle Mayor, que seguramente sí sea la calle más antigua, entre otras cosas por la orientación de la Iglesia de Palacio, que indica su importancia”, explica el arqueólogo, “Ruavieja es antigua, pero no como calle sino como patio trasero, hasta los siglos XV y XVI cuando se construyeron las casas contra el muro de San Gregorio”, señala.
Además de la antigüedad de la calle como tal, las catas arqueológicas realizadas en el solar aportan otra información sobre la zona y la ciudad.
Por ejemplo, el depósito de agua romano hallado es el primer hallazgo de una estructura de la época. Hasta ahora se habían encontrado restos aislados de objetos, sobre todo de alfarería, pero es el primer elemento estructural que define a Logroño como ciudad romana (más allá de Varea).
“Siempre se había considerado Logroño como una ciudad eminentemente medieval, la del fuero de 1095. Había referencias del s.X, pero no se consideraba una ciudad tan romana como Zaragoza, Tarragona o Ávila”, explica Álvarez Clavijo. Así, el depósito es un hallazgo significativo porque confirma lo que apuntaban descubrimientos menores.
Lo más probable, a juicio del arqueólogo, es que la zona fuese en aquella época objeto de centuriaciones. Las centuriaciones eran las divisiones de terrenos que se entregaban a los veteranos, y de las que aún quedan indicios en las parcelaciones actuales de algunas zonas, como Alfaro o Calahorra. Al parecer, el solar de Ruavieja, 21, era una granja, una segunda residencia conseguida de esta manera.
Estas son las líneas generales con las que trabajan los arqueólogos, aunque todavía queda trabajo por hacer. “Ahora nos queda estudiar qué significa lo que hemos encontrado. Por ejemplo, tenemos que determinar los restos de alfarería encontrados en los silos, saber si han sido usados o no, para saber si era un vertedero de basura o donde se tiraban los restos de un alfarero, por ejemplo”, señala el arqueólogo.
Esto requiere alrededor de un mes de estudio, tras el cual se harán públicos de manera divulgativa los resultados de la investigación.
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