Malestar en los bomberos forestales de La Rioja. Y es que el comité de empresa en el que están representados los sindicatos CCOO UGT, CSIF, STAR y FESES denuncian el incumplimiento de los refuerzos prometidos por el Gobierno de La Rioja para la actual campaña de incendios. En concreto el pasado 30 de junio, el Ejecutivo regional avanzaba “más de 300 proesionales y un completo equipamiento técnico”. Pero además, la campaña de este año también cuenta con una novedad, “un nuevo retén en Viniegra de Abajo”, tal y como aseguró el Ejecutivo regional.
Sin embargo, el Comité de Empresa de la Comunidad Autónoma de La Rioja, en representación del colectivo de Bomberos Forestales riojanos, manifiesta su “preocupación y malestar” porque, dicen que se está incumpliendo dicho refuerzo. En concreto recuerdan que en la presentación oficial del dispositivo de prevención y extinción de incendios forestales “se anunció un presupuesto de más de 8 millones de euros destinado a proteger las 300.000 hectáreas forestales de La Rioja, que suponen el 60 por ciento del territorio riojano”.
Así, y como parte de refuerzo y ante una cmapaña que se prevé “especialmente complicada por las olas de calor y el aumento de combustible fino debido a las abundantes lluvias primaverales, se comunicó oficialmente el adelanto del periodo de alto riesgo al 1 de julio y la contratación de 22 bomberos forestales públicos adicionales (como todos los años), elevando el número total a 108 integrantes de retenes de incendios”.
Pero a fecha de 18 de julio desde el Comité de Empresa aseveran que “no existe intención alguna por parte de la administración de completar el refuerzo comprometido”. Lo que implica que los retenes estén operando “con un bombero menos de lo previsto y algún retén con dos menos con el consiguiente aumento del riesgo operativo y una disminución significativa de la capacidad de respuesta ante cualquier incendio forestal”. Una carencia de efectivos que también afecta “a la organización estructural del personal, generando un déficit crónico de efectivos en cada unidad, que pone en riesgo tanto la seguridad del personal como la eficacia del propio operativo”.
Por todo ello ponen sobre la mesa sus exigencias:
â Cumplir con el refuerzo presupuestado y anunciado de 22 incorporaciones de bomberos forestales públicos.
â Garantizar unas condiciones laborales seguras y sostenibles para el conjunto de la plantilla.
â Asumir su responsabilidad en la protección del patrimonio natural y de la población riojana ante el riesgo real de incendios forestales.
Y es que consideran que “este incumplimiento no solo es una falta de respeto hacia los trabajadores, sino una grave irresponsabilidad política en un contexto en el que los recursos humanos son tan decisivos como los medios materiales”. Porque no solo hablan de derechos laborales. “Hablamos de seguridad pública, de proteger vidas, viviendas, ecosistemas y economía rural. Nuestros montes no son solo paisaje: son agua, biodiversidad, agricultura, turismo, ganadería, cultura… son vida. Los incendios no entienden de presupuestos incompletos ni de promesas vacías. Cada hectárea que se quema, cada casa que se pone en peligro, no debiera ser consecuencia directa de determinadas decisiones políticas”, concluyen.