Recuperando la normalidad tras el paso de Irene

Rioja2

0

Daniel y Vanesa llevan un año y medio viviendo en Nueva York, más concretamente en la zona de Chelsea, Manhattan. Por motivos de trabajo, abandonaron su Rioja natal y emprendieron la aventura americana. Los habitantes de Nueva York, capital del mundo, están acostumbrados a que su ciudad cope muchos minutos al día en informativos, series de televisión e incluso cine. Pero no por un huracán. Y es que Irene también asomó sus garras por la Gran Manzana.

Daniel y Vanesa aseguran que el huracán no pasó de ser una gran tormenta en la que “se notaba algo más de viento de lo normal. Pero nada alarmante”. Por si acaso, este joven matrimonio riojano se preparó para la llegada de Irene tal y como advertían las autoridades norteamericanas. “Preparamos una mochila con algo de ropa y documentación. Como se esperaban cortes de agua y de electricidad llenamos cubos con agua, revisamos que las linternas tenían pilas y cargamos los móviles” apunta Daniel, “los efectos en nuestro barrio no han sido muchos, algunas ramas de árbol caídas, papeleras volcadas y un poco más de agua en las aceras de la calle. El efecto más notable ha sido la falta de transporte público. Los servicios de metro y autobuses estaban cancelados y con ello se paralizó prácticamente la ciudad entera. También permanecieron cerrados la mayor parte de los comercios y restaurantes”.

Estos dos jóvenes riojanos se tomaron las cosas con calma ante la llegada del huracán. Las autoridades locales aconsejaron a la población que se quedara en casa y eso fue lo que hicieron. Sobre el pánico que cundió en los supermercados para abastecerse, Daniel y Vanesa aseguran que “los neoryorkinos de Manhattan, por lo general no tienen grandes despensas, la gente come fuera de casa, lo que obligó en muchos casos a comprar en las tiendas que no estaban preparadas para un aumento de la demanda de este calibre, así que las colas eran eternas y las estanterías quedaron vacías”.

No sintieron miedo en ningún momento

y confiesan que la organización de las autoridades ante la alerta por el huracán ha sido un éxito. Las nevadas del invierno pasado produjeron graves problemas en la ciudad y el alcalde de Nueva York, Michael Bloomerg, se ha curado en salud.

Daniel y Vanesa estuvieron en todo momento en contacto con su familia riojana mediante viedochat y teléfono, informándole de la situación y, sobre todo, tranquilizándole.

Poco a poco la Gran Manzana va recuperando la tranquilidad y la vida de los neoyorquinos, como la de estos dos riojanos, ha retomado su estres diario en la ciudad de la que dicen que nunca duerme.

Etiquetas
stats