Rusia y Georgia abren la frontera terrestre que los une
El paso fronterizo del Alto Lars permanecía cerrado desde el año 2006, cuando empeoraron los vínculos entre Moscú y el gobierno pro-occidental que había en Georgia aquel año. Tras más de 3 años, ambos países han tomado la decisión de abrir el paso entre sus territorios.
De esta forma se demuestra la intención tanto de Rusia como de Georgia de mejorar las relaciones bilaterales, que se habían visto afectadas seriamente tras la guerra relámpago mantenida en agosto de 2008. Tras el final del conflicto, Rusia cortó los vínculos aéreos con Georgia, aunque se reanudaron durante el pasado mes de enero de manera parcial, ya que aún se tienen que retomar estos enlaces de forma total.
La reapertura de fronteras se había decidido el pasado 24 de diciembre, en una reunión entre ambos Estados, en donde Suiza hizo de mediador.
Este paso fronterizo cruza las montañas del Cáucaso y es el único territorio que atraviesa estos dos países vecinos, ya que el resto lo hace a través de las regiones secesionistas georgianas de Abjazia y Osetia del Sur. Situado a 38 kilómetros de la ciudad de Vladikavkaz y cerrado para obras de modernización en julio de 2006, el punto de Alto Lars tiene capacidad para atender ahora a unas 7.000 personas, 500 coches y 50 autobuses diarios.
Según la opinión de los analistas, esta medida se puede considerar más económica que política, ya que beneficiará a los comerciantes de Armenia, aliada de Rusia. A pesar de que se haya abierto el puesto fronterizo, los ciudadanos de los dos países necesitan visados para cruzar el paso.
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