Solaria cerró 2007 con un beneficio de 48 millones de euros

La empresa Solaria se creó en 2002 como una empresa familiar, según explicó hoy el consejero de la firma Enrique Díaz Tejero. Sin embargo, hoy la familia fundadora posee el 61,6 por ciento de las acciones y el resto, el 38,4% está distribuido entre numerosos accionistas. La firma cotiza en Bolsa desde junio de 2007.

El equipo de Solaria, cuenta con una experiencia en el sector de la energía de más de 20 años.

Entre 2001 y 2003, se comenzaron a llevar a cabo diferentes proyectos de energía solar, tanto térmicos como fotovoltaicos. Como consecuencia del creciente éxito del negocio de instalaciones de energías renovables, Solaria fue constituida el 27 de noviembre de 2002, con vistas a posicionarse en el sector de la energía solar, según informa la compañía.

Si bien el enfoque inicial se centró en la instalación de módulos fabricados por terceros, la estrategia empresarial a largo plazo preveía la expansión de la Sociedad escalando a etapas anteriores de la cadena de valor fotovoltaica (producción de módulos fotovoltaicos) y a otras áreas del mercado de la energía solar, en particular la energía solar térmica, a través de la fabricación de paneles térmicos.

Solaria inició sus operaciones en enero de 2003, pero fue en 2004 cuando inició la primera etapa de la expansión prevista hacia las actividades anteriores en la cadena de valor de energía fotovoltaica, y comenzó la búsqueda de los proveedores tecnológicos más adecuados a nivel mundial de cara al diseño, instalación y operación de una planta de producción de módulos fotovoltaicos.

En enero de 2005 la Sociedad inició la construcción de su primera planta de producción de módulos fotovoltaicos (situada en el Polígono Industrial La Nava II, a las afueras de Puertollano (Ciudad Real)) que se completó en el último trimestre de dicho ejercicio. Antes de que finalizara 2005, se completaron las primeras series de producción de módulos fotovoltaicos y Solaria realizó las primeras ventas de sus propios módulos fotovoltaicos.

Desde entonces, la Sociedad ha completado la construcción de una segunda planta de producción, y se han puesto en funcionamiento seis líneas adicionales de fabricación de módulos fotovoltaicos, gracias a lo cual se ha visto incrementada la capacidad de producción hasta los 90 megawatios anuales.

Asimismo, en octubre de 2006 puso en funcionamiento la primera línea de producción de paneles solares térmicos. Esta línea, diseñada por la compañía, dispone de un alto grado de automatización y permite alcanzar una capacidad de 100.000 m² al año.

PLANES DE FUTURO.

Solaria prevé alcanzar los 400 megawatios de capacidad de producción en el año 2010, cuando ya funcionará a pleno rendimiento la planta riojana, lo que le permetiría posicionarse “como una compañía de referencia en el sector”, según la firma. Para poder ejecutar estos planes, Solaria dispone de más de 100.000 m² de suelo en la localidad de Puertollano, de los cuales destinará una gran parte a procesos de producción, tanto de módulos fotovoltaicos, como térmicos.

La compañía busca además la expansión internacional de su línea de negocio de venta de módulos fotovoltaicos y el incremento de las ventas de dichos módulos fotovoltaicos en otros mercados, como Italia, Alemania, Grecia, Portugal y California (Estados Unidos). Durante los próximos años, el objetivo es destinar grandes recursos a la adquisición de equipos de fabricación y, al mismo tiempo, realizar “importantes inversiones en investigación y desarrollo para mantenernos al día de los avances en la tecnología energética solar y ofrecer siempre el mejor producto a nuestros clientes”.

ÚLTIMOS ACONTECIMIENTOS EN LA BOLSA.

Solaria generó una gran expectativa al salir en Bolsa, que le llevó duplicar su valor bursátil en apenas cuatro meses, sus acciones comenzaron a caer en noviembre de 2004. La situación se agravó el pasado 14 de febrero, cuando surgieron dudas en el mercado por un posible “desfase contable” en las cuentas del pasado ejercicio, lo que le llevó a registrar, en esa jornada un descenso del 16%. La compañía depositó en la Comisión Nacional del Mercado de Valores el informe de la auditoría PricewaterhouseCoopers, que verificaba que las cuentas eran correctas y que desmintió los rumores aparecidos.