Solchaga aboga en Logroño por acometer reformas en el sistema dde contratación
El ex ministro socialista de Economía y Hacienda Carlos Solchaga ha apostado hoy por exportar bienes y de servicios como el turismo a precios competitivos para lograr el crecimiento económico, ya que España necesita la aportación de la economía internacional por la “lentitud” de su demanda interna.
Solchaga ha ofrecido una rueda de prensa en Logroño antes de pronunciar la conferencia “Algunas reflexiones sobre la crisis económica”, dentro de las “IV Jornadas de estudio sobre seguridad y defensa” organizadas por la Universidad de La Rioja.
“España es un país endeudado”, ha reconocido, pero el Estado está por debajo de la media de la Unión Europea, ha apostillado.
Solchaga ha dicho que quienes están endeudadas son las familias que compraron viviendas con hipotecas que ahora tienen dificultades para pagar y las propias empresas que hicieron planes de inversión y expansión con créditos bancarios gigantescos.
Por ello, mientras se mantenga la actual situación económica, ni las familias consumirán bienes, ni las empresas invertirán, porque destinarán el dinero a reducir sus créditos, ha opinado el exministro.
También ha considerado “muy malo” que los países avanzados se encuentren al borde de la recesión, porque esto significa menos ventas al extranjero y hoy por hoy es la única variable que puede ayudar al crecimiento económico español.
Para recuperar este crecimiento, España tiene que solucionar primero su elevado nivel de desempleo, que alcanza el 20 por ciento, además de superar los malos créditos concedidos al sector de la construcción, ha añadido.
Además, cree que hay que hacer una reforma laboral “real”, no los “intentos” que se han hecho, ya que “no conducen a nada”, y así ha abogado por modificar el sistema de contratación y pactar convenios colectivos entre las dos partes, sin ceñirse a acuerdos provinciales.
También hay que acelerar la transformación del sistema financiero para asegurar, según Solchaga, la supervivencia de cajas y bancos, ordenar sectores como la energía y generar un mayor nivel de competencia y precios más bajos en servicios.
Ha opinado que el mundo está al borde de dos aspectos “peligrosos” que se retroalimentan entre sí: si Europa no sabe resolver “bien y a tiempo” el problema de la deuda, existe la posibilidad de que haya una crisis financiera.
Además, como consecuencia todas las “incertidumbres”, Europa está creciendo muy poco y Estados Unidos ha revisado sus previsiones a la baja, por lo que no se puede confiar en que, si no crecen los países avanzados, sigan creciendo los emergentes (China, India y Rusia).
Por ello, cree que podría haber una nueva recesión dentro de unos años, con más desempleo y más dificultades para las familias para aumentar el consumo y, por tanto, mayores moratorias en los pagos bancarios y, como consecuencia, más crisis financiera.
Para evitar este doble riesgo, ha reflexionado, se necesita una respuesta “mucho más rápida” de Europa a la situación de la deuda pública de muchos países y un mejor entendimiento con Estados Unidos para conseguir políticas de recuperación económica.
El nuevo Gobierno que se constituya en España tendrá que enfrentarse a esta situación, que depende “mucho” de lo que se haga en Europa, por lo que ha confiado en que “aguante” hasta que se forme el próximo Ejecutivo, a finales de diciembre.
“España puede evitar el rescate de la economía”, pero ha calculado que solo entre el 5 y el 10 por ciento depende de las decisiones que tome el nuevo Gobierno y el resto es responsabilidad de lo que se acuerde por el Banco Central Europeo en Fráncfort y por la Comisión Europea en Bruselas.
Por otro lado, este ex ministro socialista ha aludido a la conjura “un tanto ingenua” y con ganas de “engañar al pobre votante” de que el cambio de Gobierno supondría devolver la confianza a los mercados, “algo que no ha tardado ni 24 horas en ser desmentida por los hechos”.
España ha demostrado muchas veces capacidad para resolver problemas financieros y mejorar el bienestar social, ha recalcado, aunque este proceso no va a ser “ni fácil, ni cómodo, ni corto”, y según ha augurado, será superado “siempre que no falte la ayuda y comprensión de los socios europeos”
0