Suite 2806
A un paso de alcanzar el éxito absoluto con sus manos. Le quedaban apenas unas semanas para dar un giro a su trayectoria política y diplomática. Dominique Strauss- Kahn pasaba por ser el elegido de los socialistas franceses para devolverles al poder en 2012. Los medios franceses barajaban desde hacía meses con la posibilidad de que DSK abandonara su cargo como director gerente del FMI para postularse en las primarias socialistas. Y en las filas del PS francés nadie tenía dudas de que tenía que ser él. La crisis económica y financiera lo catapultó fuera de casa al éxito ligado a la solvencia y el pulso firme en su gestión desde Washington. Incluso, su jefa de filas, Martine Aubry dio un paso atrás para no interrumpir su camino hasta el Elíseo. No se iba a presentar a las primarias del partido que dirige. Sólo François Hollande iba a hacer sombra en los primeros compases de la carrera electoral al ex ministro de Finanzas francés, venido a más con su cargo en el FMI. Pero ni el ex de Ségolène Royal podía ensombrecer su victoria entre los militantes franceses. Ni una encuesta le daba perdedor en una segunda vuelta de las presidenciales galas en un cara a cara con el presidente Nicolás Sarkozy, que aún no ha decidido si se presenta o no a la reelección. Pero, a juzgar por los acontecimientos seguramente que Sarkozy, a punto de reestrenarse como padre de mellizos de su esposa Carla Bruni, optará a quedarse en el Elíseo.
Dominique Strauss- Kahn ha tenido fama de hombre tímido, que brilla en la adversidad, y de mujeriego.
Ahora, con el escándalo presente en todos los medios de comunicación, una periodista gala anuncio a bombo y platillo que sufrió el acoso de DSK en el transcurso de una entrevista hace ya varios años. Pero, ella no denunció por no perjudicar al partido socialista francés, del que forman parte sus padres, con estrechos vínculos a su cúpula de poder. Silenció el supuesto caso hasta ahora en que han salido a la luz otros posible seis denuncias a añadir al currículo sexual del político y economista galo.
DSK se alojó el 13 de mayo en un lujoso hotel neoyorquino de la isla de Manhattan. Días antes había sido noticia por el despilfarro del que hacía gala el ex director del FMI en uno de sus viajes a París. La prensa gráfica le fotografió a la salida de un hotel de gran lujo entrando en un coche valorado en más de 60.000 euros. Días antes, él mismo hablaba de austeridad y de apretarse el cinturón por exigencias del guión de la crisis económica. En ese cuadro de situación, DSK llega a NYC y en su primera noche, como han relatado ahora dos trabajadores del hotel, el ex director gerente del Fondo acude a tomar una copa en las instalaciones del inmueble. Y allí comienza a “flirtear” con dos camareras a las que, según la versión que han dado a la policía de NYC, invitó a seguir tomando copas y a subir a su habitación, la suite 2896, al terminar su turno. Pero, ellas no accedieron.
Es entonces cuando salta a la luz el escándalo servido en bandeja por la denuncia y el testimonio de otra camarera, de origen guineano y 32 años, que en plena crisis de nervios denuncia ante sus superiores en el hotel y, posteriormente, a la policía científica, que DSK ha abusado de ella sexualmente, que ha sido víctima de acoso sexual. Mientras ella denuncia los hechos, el aún director gerente del Fondo viaja a toda prisa para tomar un avión, también de improviso, a París. Era el domingo 15 de mayo. Subido al avión, en su asiento business, la policía lo detiene ante la perplejidad del resto de pasajeros que reconocen a Dominique Strauss Kahn en el vuelo con destino París y operado por Air France.
DSK es detenido. Se le da conocimiento de los cargos y se le traslada a declarar esa misma noche. Al día siguiente pasa de alojarse en un suite de gran lujo a la conocida Rikers Island, una prisión próxima a la isla de Manhattan, considerada de alto riesgo. Antes, la camarera supuestamente acosada le había reconocido en una rueda, y había testificado. DSK hace lo propio y niega los hechos e incluso se busca una coartada, que no funciona. Sus abogados tienen cuatro días para preparar una buena defensa y convencer a la jueza de que le conceda la libertad provisional bajo fianza de un millón de dólares. Ella acepta hasta que se reúnan todas las pruebas y se celebre el juicio, que tendrá lugar en junio de 2011.
Por de pronto, la fianza de un millón de dólares ha dejado en libertad provisional al economista francés, recluido en el apartamento de una de sus hijas en Manhattan. Permanece bajo vigilancia las 24 horas del día a través de una pulsera electrónica y en arresto domiciliario. No es lo mismo que la prisión de Rikers Island, pero está privado de total libertad. Allí durmió cuatro noches, en una celda de doce metros. No compartió habitación con el resto de presos, sino que fue apartado a otro pabellón para evitar que sufriera algún tipo de agresión. Aún así fue sometido a un estricto régimen penitenciario que ha tenido que cumplir a rajatabla. El salto de la cima al fango en el que se ha visto en apenas unas horas podía ser suficiente para crear en él un abismo psicológico tan grande que optara por intentar suicidarse. Por eso, las autoridades carcelarias optaron por someterle a vigilancia las 24 horas.
Hasta que consiguió salir de prisión, artimañas de sus abogados mediante, DSK tuvo tiempo de escribir una carta y dirigirla a la jueza que instruye el caso. Realmente, su contenido era un grito a su inocencia y una confirmación escrita de que abandonaba la dirección del Fondo Monetario Internacional por coherencia con los hechos acontecidos. Defendía su inocencia y pedía perdón a su esposa, hijos, familiares y amigos, por quienes había tomado la decisión de retirarse de la vida pública toda vez que su defensa demuestre, si lo consigue, que es inocente. De lo contrario podría enfrentarse a penas de entre 3 y 25 años de cárcel, lo cual es harto probable.
El FMI tardó en pronunciarse y no tuvo la opción de destituirle porque ya renunció el ex director gerente en su misiva. Ahora se postula a sucederle su compatriota la ministra de Finanzas, Christine Lagarde, a cuyo jefe de filas debería haberse enfrentado en las Presidenciales de un año. Muchos franceses opinan que la intachable carrera diplomática de DSK ha sido truncada por una manera negra. En otras palabras, los medios franceses consideran en distintos sondeos realizados que el socialista francés ha sido víctima de un complot y que demostrará que es inocente. Incluso, en su país estarían dispuestos a votar por él, a pesar de que las voces más críticas consideran que DSK es un político defenestrado por el caso de la Suite 2806,
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