El PP lo aguanta todo

Es difícil entender por qué en el PP nunca pasa nada. Bueno, pasan muchas cosas, para que al final nunca pase nada. En el fondo, muchos partidos darían lo que fuera para saber cómo lo hacen, cómo logran sortear todo tipo de escándalos, divisiones internas, investigaciones sobre corrupción, dejándolas morir en el tiempo o hasta que al medio de comunicación de turno se le acabe la artillería.

Sin ir más lejos, los acontecimientos de las últimas dos semanas lo dicen todo. Ha habido una clara escisión en el Partido Popular. La creación de la nueva formación política denominada Vox, creada por antiguos militantes del PP, víctimas del terrorismo y que tiene como abanderado a Ortega Lara, es todo un misil en la línea de flotación de los populares, por mucho que se empeñen ellos en quitarle importancia.

Luego, vino la marcha del eurodiputado Alejo Vidal Quadras, que llegó a ser cabeza de lista por el PP de Cataluña y que llevaba más de treinta años como militante, y que también se pasa a las filas de Vox.

A continuación, Jaime Mayor Oreja anuncia que no quiere repetir como cabeza de lista del PP a las elecciones europeas del próximo mes de mayo y, aunque de momento se mantiene en el partido, parece que no quiere saber mucho de él cuando no acudirá a la Convención de los populares, pese a que su presencia estaba anunciada.

Y, como si fuese una estrategia premeditada, unos días después se sabe también que José María Aznar -que tiene como expresidente mucha más influencia en el PP que la que tuvo nunca Felipe González en el PSOE- tampoco acudirá a la Convención por “motivos de agenda”.

A todo esto hay que sumar que Esperanza Aguirre, que sigue siendo la presidenta del PP de Madrid, no ha dejado de malmeter con estos acontecimientos. Exigiendo a su partido que recupere para sus filas la figura de Ortega Lara o mostrando su “tristeza” por la marcha de los compañeros.

Y luego se conoce que se sigue investigando al marido de la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal; que hay un enfrentamiento abierto entre algunas asociaciones de víctimas del terrorismo con el PP vasco o que la división interna es total en el Gobierno y en el Grupo Parlamentario con el anteproyecto de la ley del aborto.

Por no recordar que el extesorero de esta formación sigue en la cárcel, tras acusar a todos los dirigentes del partido, incluido el presidente del Gobierno, de cobrar sobresueldos.

Con todo ello, estoy casi seguro de que la Convención del PP de este fin de semana en Valladolid será todo un éxito o, más bien, será vendida como todo un éxito. Los delegados no se cansarán de aplaudir las intervenciones, Rajoy hará un discurso triunfante sobre la presunta recuperación económica y todos saldrán tan contentos.

No creo que haya un partido en toda Europa que soportara una situación política como en la que está atravesando el PP. Pero estos chicos han encontrado la fórmula mágica de que nunca pase nada. Al menos, hasta ahora.