Los madrileños han empezado esta semana a recibir los primeros recibos de la nueva tasa de basuras o, como la denomina oficialmente el Ayuntamiento, la Tasa de Gestión de Residuos (TGR). El área de Hacienda está emitiendo las primeras cartas de pago, que están llegando a los cerca de 1,4 millones de propietarios que el consistorio tiene identificados en la capital.
Los recibos se irán girando a lo largo de las próximas semanas pero los que están siendo emitidos estos días llegan con una particularidad: se deberán abonar de forma íntegra hasta el próximo 20 de octubre, según el sistema de pagos con el que funciona el Ayuntamiento de Madrid. Si llegan a partir del día 16 de septiembre, el pago se pocrá completar hasta el 5 de noviembre.
Este primer cobro deberá ser abonado de forma íntegra, lo que supondrá un importante desembolso para muchos madrileños que no esperan esta tasa por llevar desaparecida desde hace más de diez años -el consistorio la integró en el IBI con Ana Botella como alcaldesa- y tampoco saben hasta que les llega el recibo cuánto habrán de abonar, ya que el Ayuntamiento no ha informado previamente de lo que tendrán que pagar y solo aseguró que el importe medio sería de 140 euros.
Sin embargo, en función de los barrios estos importes medios varían entre los 47 euros de barrios como San Cristóbal (Villaverde) a los 574 de lugares como Aravaca. La cifra final de cada recibo, sin embargo, no la conocerá cada madrileño hasta que le llegue la notificación municipal.
Cómo se calcula la TGR
El cálculo para la cuota se ha construido mediante la suma de una tarifa básica, que pagarán todos los inmuebles por la disponibilidad del servicio de recogida y tratamiento de residuos, y una tarifa por generación. La primera parte (que pesa un 81% de media en el importe final, según el Ayuntamiento) tiene en cuenta el valor catastral de la vivienda y para la segunda, de generación (el 19% restante), se fija en la cantidad de residuos generados y el porcentaje de calidad de la separación de cada uno de los barrios.
La tasa por la gestión de residuos afectará a más de 1,5 millones de viviendas en la ciudad y a cerca de 1,4 millones de personas físicas. Los técnicos de la Agencia Tributaría de Madrid han cuantificado los ingresos por esta nueva tasa en torno a los 296 millones de euros. Es una cantidad que, si se descuentan los 40 millones de euros que llegan a las arcas públicas por la actual Tasa de Residuos Urbanos de Actividades (TRUA), al derogarse esta por tratarse de tasas incompatibles, supondrá 2025.
El Gobierno de José Luis Martínez-Almeida es el que cobra este impuesto, que ingresa directamente en sus arcas (supondrá unos ingresos netos adicionales de 256 millones de euros para este año). Aunque lleva todo el año recordando “no está de acuerdo con esa tasa, ni en el fondo ni en la forma”, ya que debe aplicarla debido a un cambio legislativo del Gobierno central, que insta a repercutir en los ciudadanos el coste real del servicio. Pese a las críticas desde Cibeles a una modificación que tildan de “sanchazo”, el propio Gobierno de Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid reclama explícitamente “el establecimiento de la tasa de residuos” en su Estrategia de Residuos.
Entre las excepciones al pago de la tasa están los garajes y trasteros asociados a una vivienda, porque no generan residuos, ni los solares y edificios en estado de ruina. Las viviendas vacías y los locales donde no se desarrolle actividad solo pagarán la parte correspondiente a la tarifa básica por disponibilidad del servicio, pero deberán acreditar anualmente que se mantienen en esta situación.
Este lunes Vox anunció una denuncia contra la imposición de esta tasa, demanda que incluye según el partido de Ortega Smith la petición de suspensión cautelar. Sin embargo, el alcalde Almeida restaba importancia a este movimiento judicial ya que este martes afirmaba que no es habitual que se suspenda la aplicación de ordenanzas municipales.
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