La carestía de bibliotecas en el centro de Madrid ocasionada, entre otras cosas, por el cierre de la del Conde Duque por obras se ve paliada desde hoy con la apertura de la Casa de Iván de Vargas, un centro con miles de referencias para aquellos vecinos a los que la minibiblioteca municipal de los cuarteles -la gran instalación no volverá a ver la luz hasta 2012, según ha dicho el alcalde- les sabe a poco.
La biblioteca Iván de Vargas, que abrirá todos los días de la semana (también sábados y domingos) empieza con un nutrido catálogo de más de 34.000 títulos, 4.000 DVD y 3.300 CD musicales. Todos relucientes y sin estrenar, en unas instalaciones inmaculadas pero que han tardado en llevarse a cabo casi diez años, con cinco de retraso sobre las fechas inicialmente previstas por el Ayuntamiento.
Las instalaciones cuentan con sala de préstamo, consulta y lectura (con 60 puestos), zona de publicaciones periódicas, acceso a internet (wifi y 11 ordenadores para consulta), biblioteca infantil y juvenil, puntos de animación a la lectura, sala de actividades (con capacidad para 45 personas) y reprografía.
Una de las joyas de la biblioteca es la Sala Madrid, un lugar que cuenta con 2.576 títulos sobre la historia, las tradiciones, el urbanismo o la gastronomía de la región, entre otros aspectos. Este lugar de estudio de la capital, sin embargo, no pudo abrir el primer día. Los funcionarios que se encargaban del espacio, inmersos en catalogaciones de todo el material, explicaron que esperaban que la sala estuviera habilitada “en el menor tiempo posible”.
Un pozo de la época de San Isidro
El edificio, de cristal y madera de iroco, aprovecha un palacio del siglo XVII en el que se situaba la casa de la familia Vargas para distribuir a lo largo de sus tres plantas las diferentes dependencias. La reforma ha conservado dos patios. El más llamativo de ellos cuenta con una pareja de magnolios que se elevan por encima del eficicio y el brocal de un pozo que se relaciona con San Isidro, el patrón de Madrid.
A la entrada, saludando a los vecinos que se acercan, se ha colocado la escultura de El lectorEl lector, de Félix Hernando, que hasta ahora se encontraba en la plaza de Carlos Cambronero.
Plano de las instalaciones:
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