Jóvenes que buscan mejorar lanzando su destino a la suerte de otras tierras. Gobiernos lúcidos que amplían sus intereses y estrechan las oportunidades del resto de los mortales. Cuestionar las malas políticas por no mejorar la vida de nuestra generación nos ha venido haciendo malos murcianos, pero eso ya no nos sorprende.
Una de las regiones más jóvenes de España oferta un panorama perfecto para la juventud que habita sus tierras (entiéndase la ironía). Desde Yecla hasta Puerto Lumbreras, desde Cehegín hasta San Pedro, no hay coordinación ni políticas efectivas regionales y, por lo tanto, no hay municipio en la Región que retenga el talento de la generación mejor formada. Porque claro, sin oportunidades dignas y sin un transporte público suficiente, ¿qué nos queda?
No existe mayor ambrosía, para la generación entre crisis, que escuchar hablar de Salario Mínimo Interprofesional (SMI), prácticas remuneradas o dignidad laboral. Somos los herederos de muchas luchas y cambios que construyeron progreso para nuestra generación, pero también somos los herederos de una reforma laboral, la de 2012, que nos somete a la precariedad. Una reforma que ayuda a quienes solo admiran los dividendos provocando que ser joven solo signifique no poder irte de casa de tus padres, no poder irte de vacaciones (a no ser que te despidan en verano, como hace la Consejera de Educación con los interinos) o intentes formar una familia.
Vivimos ante la necesidad de un cambio de sistema productivo que dé paso a una generación, que en formación y necesidades laborales, poco tiene que ver con la de nuestros padres. Nuevos trabajos para una nueva época. Llevamos décadas escuchando a los sucesivos Gobiernos del PP argumentar los infinitos mantras del agua, con un mensaje aquí y otro en Castilla-La Mancha, ejecutando los mayores periodos de cortes de agua cuando han estado en el Gobierno. Entonces, no pasaba nada. Nos dejaban claro cuál era la realidad: que ni agua, ni agricultura y mucho menos ecologismo o medio natural, lo único que buscaban, y buscan, es perseguir eso del “relato político”. Porque les sale rentable, porque mantienen redes clientelares y porque persiguen aterrorizar a nichos de trabajadores y trabajadoras, o de jóvenes, a los que no les proporcionan ninguna otra alternativa laboral.
Escasas oportunidades y mucha precariedad es la fórmula perfecta para unos gobiernos que evitan hablar de mejoras, de futuro y de progreso en la Región. Evitan que seamos pioneros en esto que ahora empieza a escucharse como “economía verde”, en digitalización o empresas tecnológicas, porque no les interesa, porque no quieren. Una Región del siglo XXI sería dejar volar a demasiadas personas que solo viven del PP, le son más rentables que los jóvenes nos marchemos.
El último ejemplo lo tenemos con el “maravilloso” consejero de Fomento, Díez de Revenga, y su extraordinario Mapa de la Movilidad Cotidiana, dejando la conexión Murcia-Alcantarilla en 45 minutos (cuando antes era de 15 minutos), y dejando sin servicio a Barriomar y al resto de barrios anexos a la carretera de Alcantarilla. Intentando provocar la explosión social del municipio de Murcia porque ya no lo manejan, haciendo que los vecinos de las pedanías por las que atravesaban las líneas que terminaban en Alcantarilla, Beniel o Molina ya no tengan servicio de autobús. Privándolos de transporte público y provocando que la única oferta posible sea la que establezca el Ayuntamiento de Murcia.
Esto solo es el municipio de Murcia, que alberga un tercio de la población de la Región, no nos pongamos a hablar de otros municipios más pequeños en los que las líneas casi han desaparecido u otros en los que la eternidad de tiempo de los viajes, por las infinitas paradas, han llevado a la inutilidad de las mismas. Ni oportunidades laborales dignas, ni un transporte público que vertebre y reduzca la contaminación, son la fórmula perfecta para que la juventud de la Región abandone sus pueblos y se vayan, en el mejor de los casos, a Murcia (pagando alquileres desorbitados, pero eso ya es harina de otro costal).
Y terminamos el apartado de ocurrencias en las políticas de juventud con la del aval a la compra de vivienda nueva (que no vivienda rehabilitada, porque esto de la sostenibilidad y la reutilización o el reacondicionamiento de obra antigua es de socialistas malos) para jóvenes. Una medida que solo afecta al 2% de los jóvenes de la Región y que está destinada, exclusivamente, a aquellos que puedan comprar casas, porque cero ayudas. La única novedad es que te puedas endeudar al 100% en vez del 80%. Provocan que te endeudes más, a la vez que tienen las ayudas al alquiler de 2021 todavía sin dar. Un consejero de Fomento que lastra las oportunidades y que genera nuevos problemas para la juventud de la Región. Persona non grata para los de mi generación.
Otro 12 de agosto más sin perspectiva joven de la Región. Otro Día Internacional de la Juventud sin aplicar un plan de choque para la generación que ha pasado por dos crisis, para la generación que no se conforma pero que mira con recelo a los que nos gobiernan en la Región. ¿Cuántos vecinos, amigos, familiares o conocidos tendremos que ver marcharse para decir: hasta aquí? ¿Cuántas veces más tenemos que ver cómo desciende la población de nuestros pueblos mientras engordan las cifras de las grandes ciudades? Necesitamos otro modelo productivo, otro modelo de transporte público y más derechos y libertades. Los de la generación entre crisis necesitamos ver políticas que se transforman en hechos y ya parece ser evidente que esto no pasará con el mismo partido que lleva 26 años en el Gobierno regional.
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