En octubre de 2021 un grupo de pamploneses interesados por dar un impulso al euskera decidió crear un espacio al que llamaron ‘Laba’, como un proceso lento pero solido para consolidar el uso de esta lengua en la capital navarra. Según el último estudio sociolingüístico sobre el euskera elaborado por 'Soziolinguitika Klusterra', solamente el 2,7% de los habitantes de Pamplona utilizan el euskera. Con el afán de que esta cifra aumente, ‘Laba’ pretende ser un espacio de impulso de esta lengua mediante diferentes actividades. Para llegar al mayor numero de personas posibles han escogido para su sede la icónica Plaza del Castillo, corazón de la ciudad.
Sus impulsores relatan a elDiario.es que vieron la necesidad de encontrar una localización en el centro de la capital navarra basándose en la experiencia de otros proyectos similares como ‘Karrikiri’ o ‘Zaldiko’, que están situados en calles menos transitadas, lo que, para Izaskun Barber, una de las fundadoras de ‘Laba’, “supone un problema” para llegar a un mayor público. A este respecto, Mikel Irure, otro de los impulsores, añade: “El huevo apareció antes que la gallina”, el primer paso fue tener un local donde poder llevar a cabo el proyecto y después fueron naciendo diferentes iniciativas. Detrás del nombre del espacio también hay una historia: la lava sale de la tierra y al cabo de un tiempo se solidifica, y justo eso es lo que pretenden los impulsores del proyecto.
El objetivo principal de Laba, explican, “es ser un espacio donde usar el euskera naturalmente, ser un punto de encuentro, y a su vez, un lugar donde poder crear en euskera”. La mayoría de sus integrantes son gente joven. “Nos juntamos unos 30 jóvenes con ganas de vivir en euskera”, asegura Mikel Irure.
El origen del proyecto se remonta a octubre de 2021, cuando estos jóvenes organizaron una exitosa campaña de ‘crowfunding’ con la que consiguieron casi 32.000 euros que sirvieron para financiar la reforma del local. “Construimos los muebles, la barra de la cafetería y una tarima para realizar diferentes actividades”, señala Izaskun Barber. La idea era crear un espacio donde realizar conciertos, obra de teatros y presentaciones de libros. Indican que con el paso del tiempo ha ido organizando un mayor número de actividades ante la respuesta positiva de la gente. Así, el pasado mes de marzo se llevó a cabo en el local de 'Laba' la final de ‘Bertx[h]ori’, la primera edición del campeonato de versos organizado por el grupo de euskera de la UPNA.
Más allá de actividades esporádicas como ‘Bertxo[h]ori’, de manera periódica se llevan a cabo diferentes eventos. Durante el curso escolar, los lunes, padres y madres de niños pequeños se dan cita en 'Laba' para intercambiar experiencias mientras los niños juegan, en el marco del proyecto ‘Labatxo’ (pequeña lava). Por otro lado los jueves los interesados pueden acudir a la grabación en directo del podcast ‘Ongi egiten dugu Iruñekoak izateko’ (lo hacemos bien para ser de Pamplona) en colaboración con euskalerria irratia. Mikel e Izaskun indican que los conciertos, obras de teatro, coloquios, cuentacuentos o las presentaciones de libros también son muy habituales en este espacio, “que cuenta con un programa cultural muy variado”. Entre otras actividades se encuentra los grupos para hablar en euskera o la cafetería.
La respuesta de la ciudadanía ha sido “bastante buena”, aseguran sus impulsores. “El numero de participantes en los talleres y cursos ha sido alto”, apostillan. Para ellos la clave radica en la cada vez mayor participación de los jóvenes. El siguiente paso, apuntan, “debe ser llevar 'Laba' del centro a todos los rincones de Pamplona”.
En el plano económico han iniciado una campaña de socios para poder sufragar los gastos del proyecto y el local. “Una vez más, la respuesta esta siendo gratificante y cada me son más quienes se unen al proyecto”, se congratulan. Aún y todo Barber admite que necesitan más gente y anima a los ciudadanos a unirse a la idea.
Después de varios meses muy intensos y sin apenas descanso, el espacio de 'Laba' permanecerá cerrado durante los meses de julio y agosto, aunque los socios sí que podrán realizar actividades en el local de la Plaza del Castillo. En septiembre y con las pilas cargadas el proyecto volverá a echar andar con nuevas propuestas culturales y con el euskera como protagonista.