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San Fermín para despistados

La estatua del encierro, situada en la calle Carlos III de Pamplona.

Garikoitz Montañés

Pamplona —

El cohete, el encierro, las costumbres diurnas y las irreverencias nocturnas. Ahora que la cuenta atrás para el Chupinazo apura sus últimos días y se ha hablado ya de los miles de tópicos sanfermineros, se puede llegar a pensar que los festejos de 2014 no ofrecerán nada nuevo. Que una de las fiestas más conocidas, Hemingway mediante, en todo el mundo no tiene secretos para el gran público. Pero, tanto si se es un PTV (el pamplonés de toda la vida que presume de ocho apellidos navarros) como si se acudirá a la Comunidad Foral desde fuera (vamos, un 'guiri', adjetivo más o menos cariñoso para extranjeros algo perdidos o para locales que se resisten a vestir de blanco y rojo) todavía hay mucho que descubrir en la ciudad a partir del próximo 6 de julio.

A continuación se incluye un listado básico de actividades esenciales a las que asistir, costumbres a las que rendir tributo y malos hábitos a evitar. Desde tocar los cuernos del toro a subirse a la fuente de Navarrería el día 6 (atención extranjeros, está prohibido) o aparcar el coche en cualquier hueco, este un listado de recomendaciones básicas que no hay que pasar por alto. Por ejemplo, un buen arranque puede ser tomarse una fotografía en la estatua del encierro, en plena avenida Carlos III, pero nunca subidos al pedestal: se prohibió después de que un participante en las Jornadas Mundiales de la Juventud se patinara y resultara corneado en agosto de 2011. Para aquellos a quienes les embisten los toros, aunque sean de bronce, aquí van los consejos de San Fermín para despistados.

Para el cohete

Las fiestas de San Fermín no son únicas, porque hay dos. Las que se viven de día y las que se alargan por la noche. Las primeras están reservadas para las familias y los amantes de las tradiciones. Para empezar, el mismo día 6 cuando, con el pañuelo en cualquier lado menos al cuello hasta que lleguen las 12.00 (si este año no hay ikurriña, claro), las cuadrillas se reúnen desde primera hora para almorzar, beber, tirarse de todo (ketchup, mostaza, huevos, champán, Cola Cao...) y esperar al Chupinazo. Clave, para este momento, evitar la plaza del Consistorial (y sí, es más pequeña en la realidad que en la televisión) si no se quieren agobios, duchas de agua o pisar cristales. Atención, por esta razón no vale cualquier calzado.

La ordenanza del encierro

Cada día a partir del 7 de julio, cuando el reloj de San Cernin marca las 08.00 horas, arranca el encierro, el referente de las fiestas, esa que es aconsejable recorrer en otros momentos para darse cuenta de la dificultad de algunas curvas (Mercaderes) y los problemas para mantener limpio un suelo que aguanta horas y horas de fiesta. Ese firme resbaladizo, la masificación de la carrera, los empujones y, por supuesto, los toros son algunos de los peligros de esta tradición que tiene poco de juego y mucho de deporte de riesgo.

Además, una de las noticias de este año es que Pamplona estrena su propia ordenanza para regular la carrera. Antes, los corredores veteranos sabían que no había que tocar al toro, a riesgo de llevarse un 'palazo' de los pastores; ahora, el palo es en forma de multa: incitar o tocar a las reses está considerado una infracción grave, por la que se puede pagar entre 751 y 1.500 euros. Y, hablando de recaudación, otra medida polémica ha sido la decisión de La Meca de cobrar a los asistentes al encierro en la plaza de toros, con el objetivo de evitar aglomeraciones en el tendido. Y, por último, otra novedad es el nuevo anclaje de puertas en la entrada al coso, tras las se escenas de pánico vividas en 2013 durante el séptimo encierro, cuando mozos y toros se amontaron en el acceso a la plaza.

San Fermín de día

A excepción del encierro, que marca el ecuador entre quienes alargan la noche o roban horas al día, las mañanas sanfermineras se reservan para la tradición. El pañuelo rojo al cuello, por ejemplo, es una referencia a la muerte degollado de San Fermín. Al fin y al cabo, se trata de unas fiestas de origen religioso, que incluyen la celebración de las vísperas en honor al santo (día 6, 20.00 horas, en la iglesia de San Lorenzo), a las que acudía la Corporación en el mítico y fallido (se suspendió en 1991 y no se ha recuperado por actos violentos) Riau riau. Ahora se puede ver al santo 'morenico' en procesión el día 7, desde las 10.30 horas, por las calles de Pamplona. En ese acto también actúa la comparsa de Gigantes y Cabezudos, cita ineludible para los más pequeños.

Contra las agresiones sexistas

¿Es Pamplona una ciudad sin ley durante los sanfermines? La idea parece haberse arraigado durante los últimos años, y las escenas vividas durante el Chupinazo de 2013, cuando grupos de jóvenes manoseaban y se aprovechaban de unas chicas, han activado la alerta: no es no, y basta de agresiones sexistas. El Ayuntamiento de Pamplona ha insistido durante las pasadas semanas en la necesidad de recuperar la buena imagen de las fiestas y, por ello, a lo largo de los festejos en las peñas, bares y otros puntos repartirá camisetas, broches, carteles e información para exigir que las fiestas se vivan con respeto y en igualdad. Ligar no es abusar.

¿Hay que pagar para aparcar?

Sí, Pamplona es zona naranja durante los Sanfermines; en concreto, desde el 5 hasta el 14 de julio. El Ayuntamiento, por segundo año consecutivo, lo ha decidido así, según ha defendido para facilitar el establecimiento de los vecinos en zonas como el Ensanche o San Juan, ya que entornos de aparcamiento como el Casco Viejo, Baja Navarra o avenida del Ejército quedan reservados para residentes. Aunque la recaudación también es un motivo obvio. En la mayor parte de la ciudad (los sectores 3 al 7 y algo del 2) se aplicarán estas tarifas naranjas, que por ejemplo permiten dejar el coche durante toda la jornada por 8,70 euros.

San Fermín de noche

Es, junto al Chupinazo y los encierros, la imagen más asociada a los sanfermines. Porque, pese a la oferta musical, la feria o las barracas, San Fermín es, sobre todo, una fiesta nocturna en la calle, más cohesionada por una vestimenta y un espíritu comunes que por un acto concreto. Para cenar un bocadillo o tomar una cerveza, el consejo básico es acudir a las peñas, las asociaciones festivas que siempre son reivindicativas, musicalmente insistentes y más baratas. Pero no todo es salir por la noche. También hay costumbres arraigadas como asistir a los fuegos artificiales en la plaza del Castillo cada día a las 23.00 horas, o sobre la misma hora presenciar el encierro de los corralillos del Gas, cuando los toros del día siguiente se trasladan hasta el inicio de Santo Domingo. Este acto se había masificado más en los últimos años, por lo que desde hace tres distribuye sus entradas (unas 2.800) por sorteo, muestra de que ya quedan pocos despistados en sanfermines. Aunque, por fortuna, sea una fiesta que nunca deja de sorprender.

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