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Geroa Bai y EH Bildu naufragan y lastran al Gobierno del cambio

La presidenta navarra, Uxue Barkos, durante la jornada electoral

N. Elia

El resultado electoral amenaza con convertirse para el Gobierno de Navarra en un castigo de larga duración. Las cuatro formaciones que apoyan al Ejecutivo presidido por Uxue Barkos han perdido en su conjunto más de 21.000 votos con respecto a los resultados de las elecciones de diciembre. Y, además, la mayoría de esas papeletas que dejaron de entrar en las urnas llevaban el logotipo del principal partido gubernamental, Geroa Bai. La formación de la presidenta Barkos ha perdido en seis meses más de la mitad de los apoyos que tuvo en los pasados comicios. Pero, lejos de interpretar este descenso electoral como un castigo a la gestión del gobierno, desde Geroa Bai reclaman que “los cambios necesitan tiempo”. Y el resto de los socios del cuatripartito reafirma su apoyo al Ejecutivo foral.

Podemos (81.216), Bildu (34.939), Geroa Bai (30.642) e Izquierda Unida (14.528) sumaban el pasado mes de diciembre 161.325 votos a las Cortes Generales, lo que ofrecía al cuatripartito una representatividad conjunta del 45,65% de los votos. Seis meses más tarde, en idéntica cita electoral, el cuatripartito apenas suma 140.154 votos y su representatividad ha caído más de tres puntos porcentuales hasta el 41,9%.

Más de 21.000 navarros que en diciembre apoyaron a alguna de las cuatro formaciones que mantienen el Gobierno ha retirado en esta ocasión su apoyo. Una importante pérdida de respaldo electoral que golpea al cuatripartito sin que se haya cumplido siquiera un año de gestión de su Gobierno del cambio.

El desafecto electoral hacia el cuatripartito va por barrios, pero donde ha calado más profundamente es entre el electorado de Geroa Bai. La formación de Barkos se alzó como segunda fuerza política de Navarra en las elecciones autonómicas de mayo de 2015, con casi 54.000 votos. La cifra de sufragios se rebajó sustancialmente en las siguientes elecciones, las generales del pasado mes de diciembre, hasta algo más de 30.000 votos. Pero seis meses más tarde, el partido de la presidenta ha perdido 16.353 votos y ha descendido al sexto puesto de las fuerzas más votadas.

“Se ha votado en clave estatal”

Desde Geroa Bai explican que una de las razones de este descenso electoral reside en que “se ha votado en clave estatal, la campaña ha estado absolutamente polarizada y ahí se ha diluido la importancia que tiene el disponer de una voz propia en Madrid, como hubiera sido la de Geroa Bai”. También señalan que se ha llevado a cabo una campaña electoral de muy bajo presupuesto y con unas iniciativas “distintas” que “es posible que no hayan acabado de conectar” con el electorado. Otras voces del partido señalan que la ausencia de la propia Uxue Barkos en el cartel electoral de Geroa Bai es lo que más tirón electoral ha restado a la formación en estos comicios.

Las encuestas, que ya anunciaban una caída significativa de los votos a Geroa Bai, pero se han quedado cortas en sus previsiones, apuntan a una fuga de votos hacia el PSN. Los socialistas navarros han crecido en representatividad (2 puntos porcentuales) y en número de votos, pero este crecimiento (unos 3.000) no explica dónde pueden haber ido a parar los más de 15.000 que ha perdido el partido del Gobierno. Cabe suponer, por tanto, que prácticamente las dos terceras partes de los navarros que votaron Geroa Bai en diciembre ha preferido quedarse en su casa en estos últimos comicios.

La pérdida de apoyo electoral de las formaciones que apoyan al Gobierno debilita políticamente a Barkos, aunque desde el cuatripartito se apresuran a negarlo. Pero será muy difícil para Barkos defender ante la oposición cualquier iniciativa que pretenda adoptar como presidenta de todos los navarros, cuando el argumento más fácil con el que responderle sea que su partido político no representa más que al 4,8% de los electores.

El vencedor de las elecciones, UPN, ya recurrió ayer a este ataque: “No se puede ser presidenta de Navarra con 14.289 votos y el 4,8% de la representación”, alertó ayer el líder regionalista, Javier Esparza. Igual de contundente se mostró su socio electoral, el PP, que por boca de Ana Beltrán instó a Barkos a reflexionar sobre si “se considera moralmente capacitada para seguir liderando el Gobierno” después del “hundimiento estrepitoso” de su partido en los comicios.

También la segunda fuerza en votos, el PSN, atacó con dureza a la presidenta y le recomendó “hacérselo mirar”. Su secretaria general, María Chivite, recomendó a Barkos “que reflexione sobre el planteamiento que este Gobierno está llevando a cabo, porque no es lo que la mayoría de Navarra quiere”.

A pesar de la munición con la que se ha rearmado el arsenal de la oposición en Navarra, las formaciones del cuatripartito están dispuestas a aguantar la andanada. “En la práctica, aquí no cambia nada”, señalaban ayer desde el cuatripartito. “Está claro que los navarros no han votado para evaluar la gestión del Gobierno del cambio, sino para pedir un cambio en el Gobierno estatal”.

Los tres portavoces de Bildu, Podemos e IE cerraron filas en torno al Ejecutivo foral. Araiz señaló que los resultados electorales no ponen en cuestión el apoyo de su formación al Gobierno, Pérez destacó la “lealtad y el compromiso” de la formación morada hacia el Ejecutivo y Nuin respondió que los resultados de estas elecciones “no afectan en nada” a la situación política de la Comunidad foral.

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