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OPINIÓN | 'Todo a la vez en todas partes en Torrejón', por Antón Losada

Todo a la vez en todas partes en Torrejón

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Una vez más ha tenido que venir ella, nuestra Isabel Díaz Ayuso, a unir los puntos y descubrirnos la verdadera realidad, oculta bajo esta realidad paralela que construye el Sanchismo para subyugarnos. Pedro Sánchez será capaz de engañar a muchos mucho tiempo, pero no a la presidenta; ni un minuto. Tampoco esta vez. 

Justo ha salido a dar la cara cuando más andábamos todos escandalizados por las arengas de Pablo Gallart, el buen gestor del CEO de Ribera Salud en el hospital de Torrejón. Asombrados ante el descubrimiento inesperado de que los beneficios de la gestión privada en los centros públicos salga del “creaming” de quedarse con los pacientes rentables y endosarle los pacientes ruinosos al saco sin fondo de lo público; o de reutilizar el material sanitario hasta el límite de la tasa de retorno y más allá; o de abaratar la oferta de servicios restringiendo el acceso a tratamientos; o de economizar en los costes de personal precarizando y rebajando condiciones laborales. 

Nosotros, en nuestra ingenuidad y pese a haber comprobado lo contrario durante décadas, estábamos seguros de que los ahorros y éxitos de la gestión concertada venían de la superior habilidad y visión de sus prodigiosos gestores, frente a la estulticia o la politización de los gestores públicos; o del compromiso inagotable de los trabajadores de lo privado, frente a la voracidad insaciable de los millones de funcionarios que no la rascan en la pública pensando solo en sus pluses y sus libranzas; o de las milagrosas técnicas de gestión y curación que hacen que sus servicios nunca puedan ser saturados por pacientes que ejercen sus derechos porque, a Dios gracias, ellos tratan clientes, que son gente mucho más educada y saben guardar una cola. 

Pero ella ha vuelto a sacarnos de nuestro error y a librarnos del infierno de las mentiras del populismo. Ahora sabemos la verdad. Todo ha sido una disputa entre directivos de una empresa privada ¿Quién no tiene envidiosos en el trabajo prestos a robar el mérito de los demás con calumnias? La Comunidad de Madrid no ha querido intervenir hasta ahora y ha ignorado todas y cada una de las denuncias durante años porque eran cosas de chicos y había que dejarles que se desfogasen y listo. No hagamos una montaña de un grano de arena, que no se ha muerto nadie -que sepamos-. Además ya ha dimitido “de la gestión”, joder ¿Qué más queréis? Bastante castigo lleva ya el pobre.

El hospital del Torrejón va como un tiro y constituye un ejemplo. La prueba reside en las propias cifras que, en las grabaciones, se ordena manipular y alterar para facilitar el negocio. Pero, oye, que se hayan manipulado los datos no quiere decir que no reflejen la esplendorosa verdad de un modelo que funciona; que es lo que realmente les jode; que funciona. 

Esas grabaciones están sacadas de contexto. Se trata de conversaciones privadas. De hecho, parece un poco de revelación de secretos y alguien debería investigar quién ha violado los derechos de estos ciudadanos ejemplares o ¿Qué es esto? ¿Dónde estamos? ¿En Venezuela? Además, todo está editado. En los audios dice “público” varias veces y nadie le ha agradecido el esfuerzo. El hecho de que también hubiera instrucciones por escrito solo demuestra hasta dónde está dispuesto a llegar el autoritarismo sanchista, violando la sacrosanta privacidad de las comunicaciones por correo.

Y finalmente la dolorosa verdad que la prensa del Régimen ha tratado de ocultar: todo viene de Moncloa. Efectivamente, lo del hospital de Torrejón es otra artimaña de Pedro Sánchez. Otra maniobra de distracción para ocultar que ETA ha vuelto y está a punto de hacerse con Euskadi y Navarra. Casi nos la cuelas esta vez, Pedro. 

Postdata: Periodismo, caso práctico. Comparen el espacio que dedica la prensa sanchista al caso Salazar y al encubrimiento practicado por el PSOE, destapado por la propia prensa sanchista, con el espacio que dedica al caso del hospital de Torrejón los medios que imparten a diario lecciones de periodismo. Verán qué ilustrativo.