Arrestan a un constructor por supuesto fraude en un estadio de los Juegos Olímpicos

La Policía brasileña arrestó hoy al expresidente de la constructora Delta Fernando Cavendish, quien es investigado por supuestos fraudes en obras públicas, incluido un estadio que será usado en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

Cavendish fue detenido en el aeropuerto internacional de Río de Janeiro al regresar a Brasil después de un viaje por Europa, después de que un juez decretara su detención preventiva el pasado jueves.

El arresto de Cavendish forma parte de la misma operación por la que el pasado jueves fue detenido el empresario Carlos Augusto Ramos, conocido como “Carlinhos Cachoeira” y quien ha sido condenado por ser un capo del juego ilegal y es sospechoso del blanqueo de capitales de sumas millonarias.

Delta es sospechosa de adjudicarse sin licitación las obras del parque acuático María Lenk, recinto construido para los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro de 2007 y que el próximo agosto será la sede de la competición olímpica de waterpolo.

Además supuestamente cobró sumas millonarias del gobierno de Río de Janeiro por otras obras sospechosas de haber sido amañadas o que no llegaron a ser construidas, como es el caso del trasvase de un río.

La Policía ha encontrado indicios de que se desviaron cerca de 370 millones de reales (114 millones de dólares) de la constructora, que luego fueron lavados en empresas fantasma de “Cachoeira”.

“Cachoeira” ya responde a diversos procesos como supuesto jefe de una extendida mafia del juego ilegal amparada por políticos y suma hasta ahora condenas de 39 años de prisión, aún no ejecutadas ya que fueron dictadas en primera instancia y su defensa ha apelado, lo que le permite responder a esos juicios en libertad.

Hace cuatro años, las relaciones con esas mafias le costaron el escaño al senador Demóstenes Torres, del partido Demócratas (DEM), y sembraron sospechas contra decenas de políticos, entre los que se incluyen parlamentarios, gobernadores y alcaldes.