Condenado a 2 años de prisión un yihadista con voluntad de pasar a la acción

Un acusado de abrazar el ideario yihadista y que llegó a radicalizarse de tal manera que estaba “a punto para pasar a la acción” se ha conformado hoy con una pena de dos años y dos meses de cárcel tras alcanzar un acuerdo con la Fiscalía de la Audiencia Nacional, que pedía para él 4 años de prisión.

A cambio de la rebaja de la pena, el acusado, Abdellatif Housni, ha admitido los hechos por los que hoy se sentaba en el banquillo y, al ser la Fiscalía la única acusación personada en este procedimiento, el tribunal de la Audiencia Nacional que le iba a juzgar deberá imponerle la pena pactada.

Además de con los 2 años y 2 meses de prisión por un delito de autoadoctrinamiento yihadista, también se ha conformado con una pena de 3 y 6 meses de libertad vigilada, una vez sea excarcelado, y 8 años y 2 meses de inhabilitación.

Según el escrito de acusación del fiscal, Housni “sufrió un proceso de radicalización acelerada que, tras un proceso de auto-adoctrinamiento, le convirtió en una herramienta puesta a punto para pasar a la acción.

Fue en 2015 cuando, “influido por una serie de sucesos en el plano personal”, comenzó una búsqueda cada vez más compulsiva de material yihadista.

La Guardia Civil detectó “gran cantidad de material multimedia” con “vídeos de ejecuciones, comunicados reivindicando atentados, discursos de líderes extremistas, publicaciones justificativas del terrorismo y del establecimiento del califato, reportajes sobre el manejo y construcción de armas y artefactos explosivos”.

El consumo de este material implicó que, delante de sus compañeros en el supermercado en el que trabajaba, dijera frases como “nosotros sólo nos defendemos y a veces hay que hacer estas cosas”, hablar de “atacar el Vaticano” y “si me echan del DIA me voy a Siria”.

Todo ello denotaba que el auto-adoctrinamiento había terminado y se apreciaba ya “su voluntad de ir más allá” y pasar a la acción en España, según se desprende del material que se le intervino.

En concreto, un vídeo sobre la “profanación del islam” por la presencia española en Ceuta y Melilla, con la amenaza de “consecuencias impredecibles” para los culpables, que acabarían “ahogándose en su propia sangre”.

O también una foto de la expresidenta de la Comunidad de Madrid Cristina Cifuentes junto a la alcaldesa Manuela Carmena ante la bandera del orgullo LGTBI, colectivo blanco de los yihadistas; y otra de un andén del metro de Madrid, un lugar con mucha afluencia de personas y, por tanto, susceptible de se objetivo de sus ataques.