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Dirigentes del PP alertan contra el clima de excesiva euforia interna

Mariano Rajoy, durante un acto electoral de su partido.

Luz Sanchis

A pesar de que Mariano Rajoy volverá a ganar las elecciones en número de votos, no todos en el PP están igual de satisfechos. Es más, en Génova hay algunos dirigentes que empiezan a preocuparse porque perciben que el clima de euforia interna no se corresponde a la realidad. El temor es que el partido del Gobierno no logre superar en mucho los resultados del 20D y que Ciudadanos, el aliado que se ve como natural, baje de los 40 diputados obtenidos. Al exceso de confianza también se une otro riesgo y es el de que la polarización tenga un efecto bumerán que acabe movilizando más a la izquierda.

La versión oficial en Génova es que se lucha por el último voto y se trata de convencer tanto al que se abstuvo como al que cambió de siglas. Movilizar a los primeros, más de un millón de españoles, es lo que se intenta con una campaña destinada a convencer de que sólo el PP representa la moderación frente a la llamada “alianza de extremistas y radicales” en la que también se engloba al líder del PSOE.

“Si Ciudadanos va para abajo y nosotros no vamos a mejorar tanto, ¿por qué estamos tan contentos”, se preguntaban miembros del partido mientras Rajoy volvía a presentar en Barcelona un programa electoral que no ofrece ninguna novedad si se lo compara con el del 20 de diciembre. La observación reconocía que las encuestas que vuelven a apuntar a Rajoy como el campeón en votos puede suponer un puñado de escaños más, pero no los suficientes. “Tuvimos 123 y ninguna señala que tendremos una mayoría cómoda. Si a eso se suma el efecto burbuja de Ciudadanos, no deberíamos mostrarnos tan seguros”, añadía esta fuente del PP.

Azuzar el miedo a lo que llaman izquierda radical tampoco se revela como la receta segura. Incluso en el entorno más cercano a José María Aznar se ve con recelos que pueda funcionar. En opinión de algunos miembros de su círculo más próximo, convencer a los electores más jóvenes del peligro de Unidos Podemos está llamado al fracaso en una situación “con el paro juvenil por las nubes, problemas para acceder a una vivienda o tener un proyecto de vida”. “¿Qué se supone que les va a quitar Podemos si no tienen nada? ¿Qué miedo tienen que tener?”, analizan.

Mientras el empeño de Rajoy es insistir en la gran coalición, su partido carga contra Pedro Sánchez siempre que puede y lo incluye en la suma de partidos de izquierda. Este lunes, Jorge Moragas trató en vano de negar que el PP considere “radical” al PSOE. “No somos nosotros los que calificamos al PSOE de radical, tiene todo nuestro respeto. Otra cosa es el señor Sánchez, que gobierna con Podemos allá donde puede. Eso no es pretender hacer una polarización, es lógico recordarlo”, se justificaba.

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