Temer cree que el rechazo a la denuncia contra él “defiende la democracia”

El presidente brasileño, Michel Temer, consideró que los diputados que hoy rechazaron la denuncia contra él por corrupción en una comisión parlamentaria “defendieron la democracia, los derechos constitucionales y el Estado de derecho”, dijo su portavoz.

El portavoz de la Presidencia, Alexandre Parola, informó sobre el asunto después de que la Comisión de Constitución y Justicia de la Cámara baja aprobó un informe que insta al pleno del organismo legislativo a archivar el proceso que amenaza con llevar a Temer a un juicio por corrupción pasiva y a su eventual destitución.

Parola valoró la “importante” diferencia de votos (41-24) que se inclinó por rechazar los cargos, y declaró que Temer recibió el resultado “con la tranquilidad de quien confía en las instituciones brasileñas”.

El portavoz subrayó que Temer, quien asumió el poder en mayo del año pasado, cuando comenzó el proceso que acabó con la destitución de Dilma Rousseff, “en catorce meses ha llevado adelante unas reformas amplias, que modernizan y transforman Brasil”.

En ese sentido, sostuvo que “el país ahora tiene rumbo” y “prisa por las transformaciones históricas que están en curso”, en alusión a diversas reformas propuestas por el Gobierno que aún tramitan en el Parlamento.

Parola comunicó la reacción de Temer después de que la Comisión de Constitución y Justicia de la Cámara baja aprobase el informe que ahora deberá ser analizado por el pleno, en el que sólo será acogido si así lo deciden dos tercios de los 513 legisladores.

El presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, todavía no ha anunciado para cuándo convocará esa sesión, aunque se conjetura que podría ser para mañana mismo o el próximo lunes.

Si no fuera así, cabe la posibilidad de que la decisión quede pendiente hasta agosto, pues el Parlamento iniciará un receso de dos semanas el martes próximo.

Aun así, es posible que el receso sea cancelado o que su inicio se postergue unos días a fin de dar lugar a la votación que dejará sellada la suerte de Temer, el primer mandatario brasileño acusado de un delito de carácter penal en pleno ejercicio del poder.

En cualquier caso, esa sesión dependerá de que se alcance un quórum mínimo de 342 diputados, número equivalente a los votos que serán necesarios para que la denuncia sea aceptada y, por tanto, se autorice a la Corte Suprema a instaurar el juicio penal.

En caso de que la mayoría de los diputados lo apruebe, entonces será la propia Corte Suprema la que dará la última palabra, tras un análisis del caso desde un punto de vista estrictamente jurídico.

La acusación de la Fiscalía sostiene que el mandatario incurrió en delitos de corrupción pasiva y se fundamenta en confesiones de directivos del grupo JBS, que han dicho que sobornan a Temer desde 2010 y que ello continuó incluso una vez que asumió el poder.