Empresas del expresidente salvadoreño Saca alteraron la contabilidad para blanqueo

Las empresas del expresidente de El Salvador Elías Antonio Saca (2004-2009), enjuiciado por la malversación de más de 300 millones de dólares, alteraron su contabilidad para lavar los fondos recibidos de forma ilegal, dijo hoy un testigo protegido.

Saca confesó el pasado 9 de agosto que para lavar el dinero pactó “sin licitación y de manera ilegal” con tres agencias de publicidad el pago mensual de unos 100.000 dólares, y que las empresas se quedaban con el 20 por ciento y el 80 por ciento era trasladado a sus empresas de comunicación.

El testigo, un contador que se acogió al “criterio de oportunidad” para no ser procesado y que trabajó para Saca, detalló a los jueces del Tribunal Segundo de Sentencia de San Salvador las “irregularidades” cometidas para “ocultar el origen y destino de los fondos”.

Explicó que las sociedades de Saca, reunidas en el grupo Samix, “realizaron de forma irregular” el registro de las “partidas contables”, dado que no se daba “detalle de las operaciones, sino que solo datos globales”.

El hombre, identificado únicamente como “Príamo”, señaló que este tipo de registro de la contabilidad es “ilegal” y “no permite identificar el origen de los ingresos ni el destino”.

Explicó que “los estados de resultados estaban influenciados por las irregularidades de las partidas contables” y que los ingresos registrados por los contadores eran diferentes a los de las cuentas bancarias.

A raíz de esta situación realizaron un “ajuste” para que el excedente de las cuentas no se registrara como ingreso, sino como una deuda a futuro y crearon la partida contable “otras cuentas por pagar”.

Acotó que estas “irregularidades” fueron detectadas en una auditoría externa, pero “no se tomaron medidas” dado que la empresa auditora pertenece a una persona que supuestamente asesoró a Saca para lavar los fondos desviados.

“Príamo” añadió que las empresas pagaban a Saca con este dinero un salario mensual que fue de 4.000 dólares en 2004 hasta los 60.000 dólares en 2009, más vacaciones y una “indemnización anual” y que estos pagos eran declarados al Ministerio de Hacienda como gastos para deducirlos del pago de impuestos.

Subrayó que las empresas de Saca registraron pérdidas en los años previos a su llegada al poder, que durante su presidencia tuvieron utilidades de entre 4 y 5 millones de dólares y desde 2009, cuando dejó la Presidencia, reportaron una disminución “sustancial” de ganancias.

Este es uno de los testigos clave, que formaron parte del esquema de lavado de dinero de Saca, llamados a declarar por la Fiscalía contra el expresidente y 6 de sus excolaboradores.

Se espera que en las próximas semanas declaren más de una veintena de testigos, que forman parte de los más de 100 que la Fiscalía tenía previsto llamar, número que los fiscales decidieron reducir en razón de un trato alcanzado con Saca y otros procesados.

Los imputados, a excepción del ex empleado de la Presidencia Pablo Gómez, aceptaron confesar los delitos de peculado y lavado de dinero a cambio de someterse a un “juicio abreviado” y recibir condenas de entre 3 y 10 años de cárcel.

Saca es el primer expresidente de la democracia salvadoreña en afrontar un juicio y confesar en una corte delitos de corrupción, dado que su predecesor en el Ejecutivo, Francisco Flores (1999-2004), fue enviado a esta etapa en 2015, pero falleció antes de la instalación.