Conseller niega cualquier papel en la logística del 1-O cuando era edil de Agramunt

Barcelona, 14 dic (EFE).- El conseller de Acción Exterior, Bernat Solé, ha negado cualquier “papel logístico” en la organización del del 1-O en el municipio de Agramunt (Lleida), del que era alcalde, o en la ocultación de las urnas y ha asegurado que desconoce quién cedió las llaves del local que acogió la votación.

Así lo ha mantenido Solé ante la sala del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que lo juzga por un delito de desobediencia por facilitar la celebración del 1-O en el municipio, hechos por los que la Fiscalía le pide una condena de año y medio de inhabilitación.

La Fiscalía, que también pide una multa de 24.000 euros para el conseller, sostiene que este tuvo una “activa participación” en el referéndum porque animó a votar en un acto público, cedió la escuela municipal para la consulta y además ordenó ocultar las urnas y cerrar una hora antes la votación ante la inminente intervención de la Guardia Civil.

Solé ha admitido que el Ayuntamiento aprobó un decreto “genérico” que se hizo llegar a muchos otros consistorios de Cataluña para apoyar la ley del referéndum aprobada por el Parlament, pero que, una vez el Constitucional suspendió el 1-O, no tuvo ninguna consecuencia material: “era voluntad política”, ha precisado.

El conseller, que dejó el cargo de alcalde de Agramunt cuando el pasado mes de marzo sustituyó a Alfred Bosch al frente del Departamento de Exteriores de la Generalitat, ha reconocido que el 25 de septiembre de 2017, con el referéndum ya suspendido, participó junto a otros políticos en un “debate” organizado en el Teatre Casal d'Agramunt sobre el referéndum ilegal.

Sin embargo, ha negado que en ese acto apremiara a los vecinos a acudir a las urnas el 1-O y ha precisado que se limitó a expresar su opinión como habría hecho “en cualquier medio de comunicación” y a recordar que los ciudadanos deberían “ejercer el derecho a voto” en cualquier ocasión, teniendo el cuenta lo que “había costado conseguirlo”.

“No participé como alcalde, en ningún caso, sino como representante político”, ha insistido el conseller, que se ha desvinculado también de la cesión de la escuela municipal donde se celebró el 1-O, porque su gestión “no corresponde al Ayuntamiento, y menos en esas fechas”.

Según Solé, que desconoce quién facilitó las llaves a los voluntarios que montaron las urnas del 1-O, ha recalcado que “en ningún momento hubo ninguna resolución ni acuerdo de la junta de gobierno del consistorio ni de la alcaldía cediendo el local”, que, ha añadido, “se autoriza a muchas entidades culturales”.

La jornada de la votación, ha explicado el exalcalde, no intervino en la constitución de las mesas pero se acercó a media mañana a la escuela que acogía las urnas porque le llamaron para advertirle de que la situación “era complicada en otras poblaciones”.

“Mi actuación el 1-O es la que correspondía a cualquier alcalde, preservar la seguridad y el orden público y la integridad de los equipamientos”, ha agregado.

Solé se ha desvinculado de la ocultación de las urnas -“donde se escondieron y qué decidió la organización no lo sé”, ha dicho- y ha relatado que se limitó a “sugerir” que no se guardaran en el falso techo de la escuela porque quería “evitar que se dañara el edificio”.

“Dije que por encima de todo había que preservar el orden público, que era mi responsabilidad como alcalde”, ha aseverado el acusado, tras revelar que pidió explícitamente evitar “cualquier tipo de enfrentamiento o de altercado”.

Por ese motivo, ha relatado, cuando a las 19,00 horas del 1-O supo que la mayoría de vecinos había votado ya, “sugirió” que se acabara la consulta para “evitar enfrentamientos” en el caso de que acudiera la Guardia Civil, lo que finalmente no sucedió.