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“El último desafío”, el trabajo más raro e inesperado de Eduardo Noriega

"El último desafío", el trabajo más raro e inesperado de Eduardo Noriega

EFE

Madrid —

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Hollywood ya no es un misterio para Eduardo Noriega, pero plantarle cara a Arnold Schwarzenegger en un film de acción “gore” se alejaba de todos los pronósticos, incluidos los suyos. “El último desafío”, la película más “rara” de su filmografía, los ha cumplido.

El actor español está de paso por España para promocionar el que a todas luces es su proyecto más dispar, algo que en su caso resulta significativo, ya que, como él mismo ha reconocido hoy a Efe, durante sus 17 años de carrera ha hecho películas “pequeñas, grandes y diversas, y en lugares muy diferentes”.

Acostumbrado a meterse en la piel de personajes retorcidos - el primero, un universitario sin escrúpulos en “Tesis”, fue precisamente el que le dio a conocer - en “El último desafío” se convierte en Gabriel Cortez, uno de los capos más poderosos del narcotráfico en EEUU.

Tras escapar de las manos del FBI, emprende una huida contrarreloj a bordo de un coche de lujo y sirviéndose de un ejército de mercenarios que pondrá en jaque a todo el cuerpo de policía, y a prueba a un sheriff venido a menos, interpretado por Schwarzenegger.

Dirigida por el coreano Kim Jee-Woon, el film es un cúmulo de situaciones rocambolescas y violentas en el que no faltan un completísimo repertorio de armamento y grandes dosis de humor negro.

“La cinta es rara, una mezcla de géneros: comedia, acción, drama y 'gore'. La sentí marciana desde el mismo momento del rodaje, pero en su rareza está su particularidad positiva”, explica el actor santanderino.

Reconoce que “nunca” se hubiera imaginado formando parte de una historia con estas características, “americana y de acción al uso”, pero menos aún el “privilegio” de ser el antagonista de Schwarzenegger, “el número uno del género de acción de los años noventa”.

Una lucha en la que, aparentemente, el ex gobernador de California - que regresa tras una década con un papel protagonista al cine de acción, tiene todas las de ganar- pero que estará muy reñida hasta el final de la película, con la imprescindible pelea cuerpo a cuerpo entre los dos.

Se trata de esas “oportunidades” que te da esta profesión, y que en su caso, ya le ha ofrecido Hollywood en otra ocasión, con la superproducción “En el punto de mira”.

“EEUU siempre demanda talentos extranjeros por todo el mundo que aporten nuevas miradas”, apunta. Una estrategia a su juicio “inteligente” y que en el caso de “El último desafío” se cumple, ya que junto a Jee-Woon y él figuran nombres como el del brasileño Rodrigo Santoro.

Noriega también ha reconocido que su elección como villano “foráneo” no fue casual. Antes que él, Jordi Mollá, o más recientemente Javier Bardem, ya se han adjudicado ese rol.

“Resulta exótico, además para los americanos es más fácil cargarte a alguien que sea de fuera. Es un estereotipo que tiene que ver con su espíritu patriótico”, opina el actor, de 39 años.

Su personaje, Cortez, es mexicano, y aunque la mayor parte del metraje hable en inglés, le queda tiempo para dar muestra de su origen, tildando de “abuelito” a su musculoso contrincante.

Para presentar esta película, que se estrena en España el 1 de febrero, Noriega ha hecho una pausa en el rodaje de la adaptación del clásico cuento “La Bella y la Bestia”, producción francesa que le ha llevado hasta Berlín y en la que comparte cartel junto a Vincent Cassel y Léa Seydoux.

Un título que se suma a su prolífica carrera fuera de las fronteras españolas, aunque dentro tampoco le falta trabajo. “No he parado en los últimos dos años”, apunta.

Por eso puede afirmar que su gran prioridad, “hacer películas”, se esté viendo cumplida. “Ese es el mayor premio que puede haber”, afirma tras ser preguntado por los Goya, galardón que se le resiste y que en unas semanas celebra su XXVII edición.

“Gusta que te reconozcan, los premios son un colofón, pero no cambia la calidad de tu trabajo”, ha concluido.

Por Lara Olmo

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