Feijóo “suscribe” el discurso del rey y la izquierda afea que apenas hable de la vivienda o la precariedad

elDiario.es

25 de diciembre de 2025 08:47 h

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El rey Felipe VI realizó este miércoles su tradicional dicurso de Nochebuena. En su mensaje al país desde el Palacio Real de Madrid, el monarca apeló a luchar contra la “crisis de confianza” que vive la democracia y advirtió del problema de los “extremismos”, sin concretar. Tras ello, llegaron las primeras reacciones del mundo de la política, especialente desde dirigentes del PP, pero también de Sumar, Podemos o ERC. Los primeros defendiendo el mensaje, los segundos, críticos. Para este jueves se espera la reacción del PSOE y Vox.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, aseguró a través de sus redes sociales que el discurso es “un llamado a cuidar la convivencia entre españoles sin olvidar los desafíos de hoy”. Feijóo, que no se vio interpelado por las alusiones del rey a mejorar la convivencia, aseguró que “suscribe las palabras” de Felipe VI. “Nuestra Nación merece un futuro donde caminar juntos, sin barreras ni muros”. enfatizó.

Buena parte de los barones del PP salieron de inmediato a defender las palabras del monarca. La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, se adhirió a las palabras del rey sobre la “convivencia” y que tiene “una construcción frágil”. Si bien, Ayuso no emitió ninguna valoración sobre el contenido real del discurso, solo una cita.

Cuca Gamarra, vicesecretaria de Regeneración Institucional del Partido Popular, celebró el “gran discurso de S.M. El Rey apelando al coraje de la transición, a preservar la convivencia y al gran valor de la confianza”. Recordándonos a todos, añadió, “que España ha progresado cuando hemos encontrado objetivos que compartir”.

Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía aseguró que “es un orgullo que España cuente con la voz serena del Rey Felipe”. Un mensaje, dijo, “que hace país sobre la base de la convivencia y el entendimiento. El espíritu de la Transición es un modelo a seguir que debe prevalecer con la implicación de todos”. En la misma línea se posicionó el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, quien aseguró que es “un mensaje de responsabilidad y unidad para seguir caminando juntos”.

Los socios del Gobierno, sin embargo, tuvieron una visión mucho menos complaciente del discurso del rey. Las cuentas de Sumar en redes sociales criticaron el contenido del mismo. “No se puede hablar de democracia viviendo de espaldas a la mayoría social. La memoria no basta: hacen falta derechos hoy y políticas valientes frente a la desigualdad y la crisis de vivienda, solo mencionada una vez”, apuntó. Lara Hernández, coordinadora del Movimiento Sumar, fue más allá: “Evocar consensos sin nombrar la dictadura, ni las continuidades del poder es una forma de despolitizar el pasado y vaciar de contenido la memoria democrática”.

Igualmente críticas fueron las dirigentes de Podemos. “El rey se sube a la ola del discurso antipolítico en una intervención plagada de lugares comunes. El nieto político de Franco se resiste a mencionar la dictadura y habla de ella como si fuera un fenómeno meteorológico”, aseguró Ione Belarra en redes sociales al acabar el discurso. “El Rey juega para la derecha y defiende ideas rancias que ya no funcionan como la ”transición modélica“ o el discurso ”Campofrío“ de la polarización. La monarquía es parte del problema”, zanjó Irene Montero.

Por su parte, Enrique Santiago, líder del PCE, aseguró que lo más grave del año 2025 ha sido el genocidio palestino y el ataque de Trump al derecho internacional. “Ni una palabra del Rey sobre ello, ni sobre la especulación de la vivienda, los ataques a la sanidad y educación públicas o el rearme”, enfatizó.

Gabriel Rufián, portavoz de ERC en el Congreso, tiró de ironía, también criticando la falta de alusiones del rey a la crisis de vivienda que vive el país.

Entre los partidos catalanes también ha reaccionado Junts. Su secretario general, Jordi Tururll, ha tildado de “surrealista” que “apele a acabar con los extremismos y la crispación cuando justamente él ha sido el más extremista y el que fue más radical contra la convivencia democrática, cuando el pueblo de Cataluña quiso expresar en las urnas su voluntad popular”. “Credibilidad cero”, ha zanjado.