El ex primer ministro portugués José Sócrates cumple seis meses en prisión

El ex primer ministro portugués José Sócrates cumple hoy seis meses ingresado en el centro penitenciario de Évora de forma preventiva a la espera de saber si se le abrirá juicio, en un caso rodeado de una intensa controversia en el país.

Sócrates continúa en la cárcel en su condición de “sospechoso oficial” mientras la investigación avanza, aunque por el momento se desconocen los detalles del proceso y la información de la que se dispone procede sobre todo de filtraciones a la prensa.

La legislación lusa permite prolongar la prisión preventiva hasta doce meses en determinados casos, por lo que la Fiscalía tiene hasta el 25 de noviembre para confirmar la acusación y abrir juicio o, de lo contrario, tendrá que permitir la liberación de los detenidos y el proceso será archivado por falta de pruebas.

De los siete sospechosos implicados en el proceso, actualmente solo Sócrates sigue en la cárcel, lo que ha dado alas a quienes hablan de una conspiración en su contra vinculada al escenario político de Portugal, que celebra elecciones a finales de año.

El último en salir fue un amigo personal de Sócrates, el empresario Carlos Santos Silva, quien abandonó la prisión el pasado viernes por orden del juez y pasó a régimen domiciliario, aunque controlado por una pulsera electrónica.

También fueron declarados oficialmente sospechosos la esposa de Santos Silva, Ines Ponte do Rosário; el chófer del ex primer ministro Joao Perna; el abogado Gonçalo Trindade Ferreira; el administrador de la farmacéutica Octapharma, Paulo Lalanda Castro -la empresa empleaba al ex primer ministro-; y el administrador del Grupo Lena, Joaquim Barroca.

Sócrates fue arrestado el pasado 21 de noviembre en el aeropuerto de Lisboa cuando regresaba de París, tras lo que fue sometido a un interrogatorio de varios días y el juez dictaminó prisión preventiva contra él por su presunta participación en los delitos de fraude fiscal, corrupción y blanqueo de capitales.

El magistrado justificó su decisión de no liberarlo por la posibilidad de que destruya pruebas o perturbe la investigación.

El abogado defensor de Sócrates, Joao Araújo, presentó ya varios recursos en los últimos meses para conseguir su puesta en libertad, aunque de momento sin éxito.

La Justicia lusa solo detalló de forma oficial que las autoridades detectaron la participación de Sócrates en “operaciones bancarias, movimientos y transferencias de dinero sin justificación”.

Sin embargo, las filtraciones a la prensa apuntan a que contaba con una fortuna superior a los 20 millones de euros, dinero que guardaba supuestamente en cuentas bancarias a nombre de un testaferro y que recibía de varias empresas debido a su intermediación para facilitar negocios en el extranjero.

El partido de Sócrates, el Socialista -actual líder de la oposición y que encabeza los sondeos-, se limita a pedir respeto a la justicia y a la presunción de inocencia, aunque destacados dirigentes ya lo han visitado en la cárcel.

Mário Soares, fundador de la formación y que ocupó los cargos de primer ministro y presidente de la República, es uno de los más activos en la campaña lanzada a su favor.

El propio Sócrates dirigió durante sus primeros meses en prisión varias misivas a medios de comunicación lusos en las que reiteraba su inocencia.

Incluso surgió un movimiento ciudadano llamado “José Sócrates, siempre” que se concentra periódicamente frente al centro penitenciario de Évora para reclamar su liberación.