La ministra de Educación en funciones, Isabel Celaá, acudió este juevesa inaugurar el 15º congreso de la organización Escuelas Católicas, principal patronal de la enseñanza concertada de corte religioso. Llevaba diez minutos la ministra leyendo sus papeles sin haber dicho nada especialmente remarcable, cuando soltó, ante la estupefacción general: “De ninguna manera se puede decir que el derecho de los padres a escoger la enseñanza religiosa o elegir centro educativo podrían ser parte de la libertad de enseñanza que recoge el artículo 27 de la Constitución”. Escribe Daniel Sánchez Caballero.