Pablo Ibar, el único español condenado a muerte en Estados Unidos, necesita reunir más de 600.000 dólares en los próximos meses para disponer de una defensa “eficaz” en la repetición del juicio por un triple asesinato cometido en 1994, si finalmente el Tribunal Supremo de Florida así lo confirma.
El pasado 4 de febrero este tribunal anuló la condena a Ibar, de origen vasco, “ante la ausencia de pruebas físicas” que le conectaran con el crimen. La decisión fue recurrida por la Fiscalía, pero si el tribunal rechaza o desestima el recurso habrá un nuevo juicio.
El presupuesto para que Ibar tenga una defensa eficaz alcanza 1,3 millones de dólares, la mitad de los cuales (662.894 dólares) se han recaudado durante años gracias principalmente a las subvenciones de los gobiernos vasco y español y de la Diputación de Gipuzkoa.
Sin embargo aún quedan alrededor de 637.000 dólares para cubrir el presupuesto. Además esta cantidad debe reunirse en un tiempo mucho menor, ya que se estima que en el plazo de cuatro meses se sabrá si se repite el juicio.
Por ello la familia de Pablo Ibar y la Asociación contra la Pena de Muerte que lleva su nombre han presentado hoy en Vitoria una campaña de captación de fondos que permita pagar a los abogados -que gozan de experiencia y “reconocido prestigio local”, pero cobran tarifas “razonables”- y presentar las pruebas periciales que sean necesarias, entre ellas las de ADN.
Así lo han explicado el padre de Pablo, Cándido, y el presidente de la asociación, Andrés Krakenberger, que han precisado que la mayoría de ese presupuesto, 1,1 millones se destinaría a pagar a los letrados, y los 200.000 dólares restantes a las pruebas.
“La justicia en Estados Unidos es cara, con precios muy fuera de la economía normal de una familia”, ha explicado el segundo, quien ha precisado que los tres recursos que Ibar ha interpuesto hasta ahora ante la justicia americana han costado 800.000 dólares, una cifra que ya está abonada.
Para reunir los más de 600.000 dólares que ahora se necesitan la familia de Ibar y la asociación se reunirá primero con las principales instituciones vascas (Gobierno y Parlamento Vasco, diputaciones y ayuntamientos) y después hará lo propio con el resto de comunidades autónomas y principales ciudades de España para pedir su colaboración.
Habrá además una última vía para recaudar fondos, ya que se brindará a la ciudadanía la posibilidad de donar dinero a través de la página web que lleva el nombre de Pablo Ibar.
Éste lleva casi 22 años preso y ha pasado los últimos 15 en el corredor de la muerte, después de que en el año 2000 fuera condenado a muerte por un triple asesinato cuya autoría siempre ha negado.
El reo, que acaba de cumplir 44 años, continúa en el corredor de la muerte a la espera de que el Tribunal Supremo de Florida decida sobre el recurso de la Fiscalía contra la anulación de su condena.
Si se confirma la anulación y pasa a ser una decisión firme, Ibar abandonaría el corredor de la muerte y sería trasladado a una prisión ordinaria. En ese momento dejaría de estar condenado, pasaría a estar acusado y recuperaría la presunción de inocencia. “Se volvería a la casilla de salida, a la situación de 1994”, ha resumido Krakenberger.
Este cambio mejoría su vida ordinaria en prisión pero no la relación con su familia, ya que un nuevo cambio legislativo ha variado la manera en que se realizan las visitas, que dejarán de ser presenciales y únicamente podrán verse a través de una pantalla de televisión.
En todo caso Pablo Ibar se encuentra “muy bien, muy fuerte y muy animado”, aunque también siente algo de “preocupación” por el futuro de su caso, ha contado Cándido, que ayer mismo habló con su nuera, Tanya.
“Vamos a seguir hasta que Pablo salga. Tiene que salir”, ha afirmado el padre, que reconoce que la anulación de la condena ha sido “la primera buena noticia” de estos años, aunque ha rehusado decir que “confía” en que todo acabe bien porque ya han tenido antes otras decepciones.