El nuevo puesto de Fernández Díaz: 6.069 euros al mes y derecho a nombrar asistentes

El Partido Popular ha protagonizado este martes una carrera desesperada por garantizar para Jorge Fernández Díaz la presidencia de una comisión parlamentaria a cualquier precio. El PP, al final, ha recurrido a una comisión que no requiere votación previa y no puede vetar el resto de partidos: la de Peticiones.

En su insistencia por garantizarle un nuevo puesto al ministro cesado, el PP ha dejado sin configurar las comisiones de Exteriores y la del Tribunal de Cuentas. En ellas intentó primero el partido conservador hallar un destino para Fernández Díaz, pero la negativa de la oposición les obligó a buscar otras alternativas. Finalmente han tenido que recurrir a una de las dos únicas comisiones parlamentarias en las que el grupo mayoritario tiene garantizada la presidencia sin necesidad de votación.

La comisión de Peticiones es conocida en el mundo parlamentario como “el buzón de correos del Congreso”. Con reuniones mensuales, es el órgano que recibe las quejas o peticiones ciudadanas y decide a qué departamento del Gobierno o el Parlamento se envían para su tramitación.

Con su decisión de última hora, el PP ha conseguido que las quejas que los ciudadanos envían al Parlamento sean gestionadas por un órgano cuyo máxima autoridad es, desde este martes, Jorge Fernández Díaz.

6.000 euros de sueldo mensual

El empeño de Rajoy tiene dos objetivos: garantizarle al exministro prestigio y un salario de 6.000 euros. Las presidencias de comisión suelen recaer en personas que han desempeñado cargos de relevancia. Es un modo de marcar con cierta impronta de prestigio a personalidades que ha ostentado previamente importantes responsabilidades institucionales.

De este modo, el PSOE ha elegido a lo expresidentes autonómicos José María Barreda y Patxi López para presidir las comisiones de Defensa y Sanidad. A la exsecretaria de Estado, Soraya Rodríguez, le han encargado la Comisión de relaciones con la Unión Europea.

En el Partido Popular buscaban el mismo efecto con Fernández Díaz: evitar que un exministro cesado pasara directamente al cargo de diputado raso. 

Además de prestigio, la presidencia de comisión tiene una consecuencia directa en el salario percibido. Para un diputado de fuera de Madrid, ese cargo eleva el sueldo mensual hasta los 6.069 euros, 1.431 euros más que lo que perciben otros diputados sin esas atribuciones.

La presidencia de Comisión comporta además el derecho a nombrar asistentes, cuyos salarios abona el Congreso de los Diputados.

El PP ha llevado sus intenciones al límite, al proponer a Jorge Fernández Díaz para una comisión, la de Peticiones, que no requiere votación previa y, por tanto, elude el veto del resto de partidos.