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La jueza prohíbe al comisario Villarejo acercarse a la doctora Pinto a menos de 500 metros

El comisario Villarejo en el acto de condecoración y a su izquierda, el número dos de la Policía, Eugenio Pino

Pedro Águeda

El comisario José Manuel Villarejo no puede acercarse a la doctora Elisa Pinto a menos de 500 metros ni comunicarse con ella o con cualquier miembro de su familia. Así lo ha dictado este miércoles la jueza que investiga el presunto acoso a la mujer por parte del empresario Javier López Madrid, a las órdenes de quien habría actuado el policía en el apuñalamiento de la denunciante el 10 de abril de 2014.

La decisión de la magistrada se ha producido a petición de la defensa de Pinto, después de que la mujer reconociera a Villarejo en una rueda de reconocimiento organizada por el juzgado el pasado 6 de junio. La titular del Juzgado de Instrucción número 39 de Madrid ha acordado la medida a pesar de la oposición de la fiscal del caso, Rosa Mayoral Hernández, informan fuentes jurídicas. El letrado Enrique Díaz-Bastien, que representa a Villarejo, ha anunciado que recurrirá la medida al considerar que “no tiene base jurídica alguna”.

Antes de acordar la orden de alejamiento, la jueza Belén Sánchez ha escuchado a la doctora y al propio Villarejo en la mañana del miércoles. La magistrada ha aprovechado la comparecencia del policía y la presencia de las partes personadas para tomarle declaración como imputado, lo que estaba fijado en un principio para el 29 de junio.

El día de la agresión, la mujer se había bajado del coche, en cuyo asiento trasero viajaba su hijo de diez años. Al ir a abrir el maletero fue asaltada por un hombre. “López Madrid quiere que cierres la boca”, le dijo el agresor mientras la pinchaba en el costado. Antes de eso, la mujer había denunciado al exconsejero de OHL por acoso y el empresario había respondido con otra denuncia, consecuencia de la cual la doctora sigue imputada a día de hoy en otro juzgado de Madrid.

La mujer llegó a acudir a la comisaría de Chamartín hasta en 13 ocasiones antes de que alguien se preocupara por su caso. Harta de la desatención, Pinto escribió a la Secretaría de Estado de Seguridad, que remitió la misiva al juzgado y a la comisaría de Chamartín. La agresión cometida presuntamente por Villarejo era la segunda que sufría. En otra ocasión, otro hombre golpeó con una moto su vehículo, se coló en el asiento de atrás y la cortó en el brazo. “Estás indefensa”, narra la doctora que le dijo.

Por fin, en mayo de 2015 el comisario jefe de Chamartín se puso al frente del caso. Jaime Barrado recibió una información de un confidente según la cual Villarejo habría participado en la segunda agresión a Pinto. El comisario Jaime Barrado organizó dos reconocimientos con fotografías de hombres parecidos a Villarejo e incluyó sendas instantáneas del sospechoso, una reciente y otra de hace más de quince años. La doctora lo reconoció en ambas “sin ningún género de dudas”, según consta en el acta.

La jueza Belén Sánchez citó entonces a Villarejo para la rueda de reconocimiento, pero el comisario logró aplazarla en dos ocasiones, el 16 de julio y el 3 de septiembre. Jubilado desde el pasado mes de agosto, el comisario estaba destinado entonces en la Dirección Adjunta Operativa de la Policía, a las órdenes de Eugenio Pino, el artífice de la policía política del PP y la Operación Cataluña, maniobras en las que el comisario Villarejo reconoce haber participado. La excusa de la Dirección de la Policía para justificar la incomparecencia de Villarejo en esas ruedas de reconocimiento es que se encontraba en viajes de trabajo en el extranjero.

Después llegaron una serie de informes policiales que tres años después de las primeras denuncias de la doctora daban un vuelco al caso. La Policía aseguraba que la mujer era la auténtica autora del acoso y que había falsificado pruebas. La jueza Belén Sánchez archivó el caso en marzo de 2016, pero la Audiencia Provincial de Madrid le ordenó el pasado mes de abril que lo reabriera y practicara una serie de diligencias pendientes, entre ellas la rueda de reconocimiento de Villarejo. La defensa de la doctora ha remitido varios escritos al juzgado en los que presenta una serie de datos que le hacen concluir que los informes policiales que la incriminan y exculpan a López Madrid y Villarejo son “un montaje”.

López Madrid y su relación con un grupo de comisarios

Un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, incorporado al sumario de la causa que investiga a Pinto, concluye que el empresario Javier López Madrid mantiene “una estrecha relación” con varios mandos de la Policía, según puso de manifiesto el análisis de su teléfono. López Madrid recurrió a ellos después de la denuncia de Pinto, según esto. Con Villarejo intercambió decenas de llamadas, como recoge el sumario.

La doctora de la defensa explicaba en su petición de la orden de alejamiento que después del apuñalamiento, el comisario y López Madrid se presentaron en su consulta y le exigieron que retirara la denuncia. Eso ocurrió el 10 de diciembre de 2015. “Conviene especificar que en ese momento ella no le había dicho al señor López Madrid que le había interpuesto una denuncia”, recoge el escrito. El audio fue publicado después por El Español y el trabajo V. Las Cloacas del Estado desveló que había sufrido una manipulación. 

El hijo de la doctora Pinto también declaró en el juzgado que un hombre de las características de Villarejo le abordó el 21 de diciembre de 2013 a la salida del colegio y le dijo: “Dile a tu madre que también estamos pendientes de vosotros”, le dijo ese hombre al niño el 21 de diciembre de 2013. En ocasiones posteriores, el mismo hombre aparecía a la salida del centro escolar y saludaba con la mano desde dentro de un coche al menor. El menor se encuentra en tratamiento psiquiátrico.

El comisario Villarejo asegura que le presentaron a López Madrid y que él solo le recomendó que denunciara el supuesto acoso de la doctora. Fuentes policiales aseguran que fue Francisco Granados quien puso en contacto al yerno de Juan Miguel Villar Mir con el policía. El presunto cabecilla de Púnica dijo el pasado domingo en 13 TV que es “amigo” de López Madrid y que conoce a Villarejo, pero negó tajantemente haberles puesto en contacto.

López Madrid y Granados están imputados en la pieza del caso Púnica que investiga la financiación irregular del PP de Madrid. Además, el empresario fue condenado a seis meses de prisión por las tarjetas black, está procesado en la pieza principal del caso Bankia y fue detenido, y continúa imputado, en la Operación Lezo, también por participar presuntamente en la financiación irregular del PP. Estas operaciones de corrupción son investigadas por la Guardia Civil. 

Según un comunicado remitido por el despacho de la defensa de Villarejo, resulta “realmente extraordinario” que la doctora Pinto reconociera al policía “antes de la rueda de reconocimiento”. Díaz-Bastien asegura que, tras la agresión, la doctora Pinto declaró a la Policía que el autor del pinchazo era “un hombre de 45 años, pelo canoso y que huyó rápidamente del lugar de los hechos”, se lee en la nota.

“En abril de 2014, don José Villarejo contaba con 63 años y acababa de ser intervenido de una lesión grave en la espalda que le impedía la celeridad y le dificultaba la movilidad”, añade.

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