Un promotor egipcio idea una pirámide de cristal junto a las Tres Ximeneies

El actor y empresario egipcio Mohamed Aly ha propuesto este martes erigir junto a las Tres Xemeneies de Sant Adrià del Besós, las antiguas torres de Fecsa junto al mar, una pirámide de cristal como “símbolo renovado de la de la época faraónica de Egipto” y “la cuarta pirámide del Mediterráneo”.

Se trataría de “un gran centro cultural pionero que vincularía a Europa con África” y de “una gran universidad del Mediterráneo que permitiría el trasvase continuo de información y conocimiento”, además de estar “enlazado con otro gran coloso egipcio, la nueva biblioteca de Alejandría”, ha dicho.

El propio Aly, propietario de la empresa de construcción Amlaak, ha desvelado esta propuesta que ha madurado junto al consultor Rafael Salanova Roma, los despachos Alonso Balaguer y Arquitectos Asociados, el arquitecto PierPaolo Troiano, el urbanista Josep Cuéllar Blanco y el exrector de la Universidad de Barcelona (UB) Marius Rubiralta.

El Consorcio del Besòs, el Departamento de Territorio y Sostenibilidad, y los ayuntamientos de Sant Adrià de Besòs y Badalona impulsaron un proceso de debate entre septiembre y noviembre de 2018 sobre el futuro de las Tres Xemeneies, la antigua central térmica situada entre estos dos municipios.

El Plan Director Urbanístico (PDU) de las Tres Xemeneies se propone delimitar y ordenar unas 32 hectáreas situadas en el litoral Metropolitano de Barcelona, y “transformar mediante directrices urbanísticas un ámbito más grande de aproximadamente 92 hectáreas donde se encuentran actualmente almacenes y áreas industriales”, según recoge la Generalitat en su página web.

Los promotores de esta novedosa idea, a la que llaman “coloso adrianense”, dicen a este respecto no haber mantenido conversaciones con la Generalitat más que de manera “extraoficial”, una circunstancia que se suma al hecho de que el 60 % de las 32 hectáreas de terreno son propiedad de Metrovacesa y Endesa Generación, con los que no han entablado conversaciones.

A pesar de ello, los promotores -que han asegurado tener “la capacidad de traer capital”- han explicado su proyecto, que consistiría en construir “una gran universidad del Mediterráneo y un museo mundial del personal de la ONU que trabaja por la paz”.

Según su opinión, el espacio debería ser al 100 % de concesión pública y las administraciones deberían permitir en él actividades de explotaciones económicas.

La pirámide sería “totalmente acristalada” y supondría “el quinto elemento integrador del conjunto, formado por el edificio de las turbinas y las tres chimeneas, que no solo encajaría volúmenes sino también ideas”, según los promotores.

La promotora pone en valor que se trata de una idea “que va más allá de la visión local en que hasta ahora se encuadraba a la central la térmica, y la dota de una proyección internacional de gran relevancia”.