El fiscal general se ha referido a la mala relación que mantiene con Almudena Lastra, la fiscal jefe de Madrid cuyo testimonio en este proceso es considerado clave por las acusaciones. “Yo no escuché esas palabras”, ha dicho cuando el Abogado del Estado le ha preguntado si Lastra, tal y como dijo ella misma, le preguntó si él había “filtrado” los correos“. Y ha explicado que esa mañana tuvo que ”perseguir“ a la fiscal jefe de Madrid para que saliera el comunicado.
“Hay una situación de desafección de la señora Lastra con el equipo directivo de la Fiscalía General. Yo creo que ella se siente preterida profesionalmente. Esa actitud que tiene, yo creo personal, hacia mí y hacia otras personas, la traslada en cualquier foro judicial o fiscal en el que esté, no tiene ningún recato en decirlo. Lo que a mí me costaba mucho entender es cómo un fiscal de este país recibe cinco o seis llamadas del Fiscal General del Estado y este tenga otra cosa más importante que hacer. [Me costaba entender] que yo tenga que perseguir a una fiscal y no reciba inmediata contestación. Me parece que no había una colaboración”, ha explicado.
El fiscal general ha asegurado que explicó a Lastra en ese mismo momento que era “imperativo” enviar una nota informativa para “defender a los compañeros” frente al bulo de Miguel Ángel Rodríguez.
Informa Alberto Pozas