El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ha asegurado en el juicio que se celebra en el Tribunal Supremo que ha cambiado de móvil “una vez por año” desde que es el máximo representante del Ministerio Público. Además, ha explicado que cuando cambia de dispositivo no los devuelve y que se limita a restaurar sus valores de fábrica y a asegurarse de que los datos almacenados se eliminan “de manera segura”.
García Ortiz ha detallado que toma esta precaución ya que, dado el puesto que ocupa, almacena “información relevante y copiosa” sobre procedimientos judiciales, además de información personal suya y de su familia. El 23 de octubre de 2024, una semana después de que el Supremo abriera la causa contra él, García Ortiz cambió de teléfono y en ese cambio se produjo el borrado de sus mensajes de WhatsApp, tal y como constató la Guardia Civil. Las acusaciones han convertido esta cuestión en parte fundamental del caso.
Por Elena Herrera