Qué aprendimos usando WhatsApp y Telegram durante el 20D

Más de 10.000 personas quisieron seguir nuestra cobertura de las elecciones en el móvil a través de dos aplicaciones de chat: Telegram y en WhatsApp. Eso nos hace estar muy contentos y agradecidos por vuestra confianza. Para los primeros, los de Telegram, todo fue bien; pero para los segundos, los de Whatsapp, no tanto. ¿Por qué? Por partes.

El lado positivo, las notas de voz y Telegram

Si hay algo que teníamos claro con esta cobertura en móvil era que tenía que ser diferente y uno de los elementos diferenciales de Telegram y WhatsApp y que también cada día son más que usadas son las notas de voz. ¿Por qué no usarlas en vez de mandar textos o enlaces? Así lo hicimos. Desde la mañana en los colegios electorales hasta el cierre del recuento, nuestro subdirector Juanlu Sánchez estuvo contando a los suscritos en qué estaba trabajando la redacción en cada momento y cuáles eran los titulares clave. Antes de que comenzara el recuento, el director de eldiario.es Ignacio Escolar, envió otra nota donde explicaba sus sensaciones y un primer análisis de la noche. Vuestro feedback no pudo ser mejor. Gracias.

Conscientes de que Telegram solo lo usa un porcentaje pequeño en comparación con WhatsApp, decidimos hacer la cobertura electoral también en esta app por su facilidad de uso. Más de 5.000 personas se suscribieron a este canal para recibir nuestros mensajes, notas de voz e imágenes, con lo más importante de la jornada electoral. Estamos muy contentos con esa cifra.

A diferencia de WhatsApp, Telegram sí está pensada para darle este uso a través de los llamados “canales”. En ellos, solo de una vez y con la posibilidad de ser gestionado por diferentes personas desde diferentes móviles o aplicaciones de ordenador, se difunde un mensaje de forma única, siendo recibido por todos los destinatarios de forma inmediata y conjunta.

La desesperación de WhatsApp

Las elecciones suponían un buen momento para probarnos, para ofreceros nuevas cosas. En las elecciones andaluzas hicimos lo propio solo en Whatsapp y el experimento salió medio bien (ya os lo contamos). Para estas cogimos los aprendizajes de entonces y planteamos algunas soluciones para evitar errores. Por cada alta recibida, nuestro procedimiento era el de añadir cada contacto a la agenda del móvil e incluir ese contacto a una lista de difusión. En WhatsApp cada lista de difusión tiene un máximo de 256 destinatarios. Os imaginareis que fuisteis más, muchos más, los que os disteis de alta.

Todo iba bien hasta el domingo. El volumen de altas eran tan intenso que resultaba imposible hacer el flujo sin que las altas pendientes no dejaran de acumularse. Además, tan pronto como empezamos a mandaros WhatsApps a los que sí estabais incluídos, vuestras reacciones en modo de chat hacía crecer el número de chats pendientes, haciendo crecer las necesidades de proceso del móvil, resultando en una saturación del propio móvil que impedía hacer ninguna acción.

Imaginaos copiar y pegar un mismo mensaje en un par de docenas de listas de difusión diferentes mientras 4 o 5 personas os mandan WhatsApps cada segundo. No, en serio, imagináoslo. Preferíamos sufrir todos los spoilers posibles de Star Wars, ese era el nivel.

Por tanto os pedimos disculpas por no haber cubierto vuestras expectativas. Habíamos aprendido de los errores que cometimos en la cobertura por WhatsApp durante las elecciones andaluzas, pero en este caso vuestra demanda ha sido tal que fue humanamente imposible hacerlo correctamente. Es más, incluso muchos de vosotros recibió solo algunos de los mensajes aunque estabais correctamente dados de alta (es el caso por ejemplo de nuestro gerente, que a media tarde dejó de recibirlos. Lo comprobamos y todo estaba correcto, pero no les llegaban. Un Expediente X).

Estamos convencidos de que WhatsApp es una herramienta con un potencial extraordinario para los medios de comunicación. No hemos sido los únicos, el New York Times y el The Guardian han hecho coberturas informativas puntuales por WhatsApp y su conclusión es similar a la nuestra: la logística es demasiado complicada como para que funcione correctamente. Si ni el New York Times es capaz de hacerlo bien del todo… Pero no nos rendimos.

Si fuiste uno de los que se suscribió al servicio, ya sea en WhatsApp, en Telegram o en ambos te vamos a pedir un favor. Rellena esta encuesta para que podamos seguir aprendiendo de estas coberturas, para que cuando la logística funcione mejor, podamos ofrecer este servicio con conocimiento de causa, no a ciegas.

¡Gracias por estar ahí!