Las tres investigadas por acosar a Sandra comparecen durante cuatro horas ante la Fiscalía de Menores en Sevilla

Las tres menores investigadas en el caso que investiga los hechos relacionados con el suicidio de Sandra Peña, la joven sevillana que el pasado octubre se quitó la vida tras haber sufrido acoso escolar, han comparecido este lunes ante la Fiscalía de Menores de Sevilla. Lo han hecho por separado durante cuatro horas, desde las 9:30 que estaban citadas hasta abandonar la sede judicial en torno a las 13:30.

Esta cita llega tras la comparecencia el pasado miércoles de los padres de Sandra ante la Fiscalía en calidad de testigos perjudicados. Un encuentro que se prolongó también durante cuatro horas, en el que pidieron una sanción “contundente y ejemplarizante” para el colegio en el que estudiaba la menor, el centro privado concertado Irladensas de Loreto.

Ese mismo miércoles también comparecieron ante el Ministerio Público el director del colegio, Francisco Suárez, la jefa de estudios, la orientadora y la tutora de Sandra. Todos ellos, al igual que los padres de la menor, rehusaron entonces hacer declaraciones a los medios, ni a la entrada ni a la salida de las dependencias judiciales de la avenida de la Buhaira.

Investigación en curso

La investigación del caso sigue abierta tras la entrega por parte de la Policía Nacional a la Fiscalía de Menores del informe sobre acoso escolar que, según la familia, sufrió la joven sevillana en el centro en el que cursaba sus estudios.

En opinión de los familiares de Sandra, “no puede haber otra sanción que no sea la más alta, porque los errores que se han cometido en el centro escolar han provocado la decisión que tomó de quitarse la vida”. Así lo expresó el tío de la joven y portavoz de la familia, Isaac Villar, a la entrada de la Fiscalía, recordando que su lucha es “que esto no se repita”.

Al respecto, el Ministerio Público mantiene abiertos dos expedientes para investigar las circunstancias que rodean el suicidio. Uno de los procedimientos, de reforma juvenil, se centra en la posible implicación de varias menores en los hechos, mientras que el segundo, de supervisión, tiene por objeto evaluar la actuación y posible responsabilidad de los responsables del centro educativo en el que estudiaba la víctima.