Melilla vive una situación “prácticamente de normalidad” una semana después del seísmo

Una semana después del terremoto de 6.3 grados al sur del Mar de Alborán, que se percibió con mayor intensidad en Melilla, la ciudad vive una situación “prácticamente de normalidad”, con la reapertura de las calles afectadas por daños en edificios y la reapertura parcial del Palacio de la Asamblea.

El vicepresidente primero del Gobierno de Melilla y consejero de Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, ha explicado que los servicios municipales están operativos al 100 %, salvo en el caso del Palacio de la Asamblea, donde están al 90 % porque aún hay algunos departamentos que no han podido regresar al edificio consistorial mientras siguen las reparaciones.

El miércoles será de nuevo abierto al público, aunque el acceso se hará por un lateral y no por la puerta principal de la fachada delantera del Palacio de la Asamblea hasta que se consolide la situación de los dos torreones del edificio, que sufrieron grandes grietas e incluso desplazamiento en uno de ellos por el terremoto.

Respecto a las viviendas afectadas, Quevedo ha informado de que hoy ha empezado una segunda revisión de las que han tenido que ser desalojadas, que se prolongará durante toda esta semana para determinar cuáles tienen una fácil reparación y empezar las obras con inmediatez en esos casos para que sus propietarios e inquilinos puedan regresar a ellas.

Si en estas revisiones se detecta algún edificio en estado ruinoso que se pueda considerar irrecuperable, la Ciudad Autónoma analizará “caso por caso”.

En estos momentos hay 38 familias que han tenido que ser realojadas por la Consejería de Bienestar Social.