La Comisión Europea (CE) decidió hoy enviar una carta de emplazamiento a Francia y a España por no poner en práctica la directiva europea de aguas urbanas residuales, que obliga a los países a recoger y tratar correctamente estas aguas para evitar contaminación por bacterias y virus nocivos.
El Ejecutivo comunitario estima que España, que ya tiene cuatro procedimientos de infracción abiertos sobre el tratamiento de aguas urbanas residuales, no respeta las obligaciones de la directiva en materia de colecta, tratamiento y vigilancia, en otro número “muy importante de aglomeraciones”.
Respecto a Francia, considera que el país infringe la normativa en 373 aglomeraciones, de las cuales 49 necesitan depuración terciaria.
En el mismo comunicado, la CE anunció que envió un dictamen motivado -el segundo paso en un procedimiento de infracción- a Malta por el mismo asunto, en el que pide un tratamiento adecuado en tres aglomeraciones del país (Gozo, Malta sur y Malta norte).
La CE envió ya una carta de emplazamiento a Malta en diciembre de 2016, pero, tras recibir la respuesta del país, estima que las autoridades “se esfuerzan” por encontrar una solución, pero que esta no va a lograrse antes de “cierto tiempo”.
España y Francia tienen un plazo de dos meses para responder a la carta de Bruselas.
La directiva europea sobre el tratamiento de aguas residuales establece que los Estados miembros deben garantizar que las ciudades y urbanizaciones recojan y traten correctamente sus aguas residuales urbanas para evitar que queden contaminadas por bacterias y virus nocivos.
Estas aguas también contienen nutrientes como nitrógeno y fósforo capaces de dañar las aguas dulces y el medio marino, al favorecer la proliferación excesiva de algas que asfixian otras formas de vida.
Según la norma comunitaria, las ciudades debían disponer de sistemas de recogida y tratamiento de aguas residuales para el 1 de enero de 2001.