Un proyecto europeo identifica a ancianos desnutridos y les pauta una dieta

Identificar a ancianos desnutridos o en riesgo de desnutrición y establecer unas pautas para mejorar la alimentación de este colectivo, es el objetivo de un proyecto europeo en el que trabajan investigadores de la Universitat Politécnica de Valencia (UPV).

El proyecto está siendo validado en las instalaciones del grupo La Saleta, que cuenta en la Comunitat Valenciana con residencias, centros de día y apartamentos adaptados, y también realiza asistencia a domicilio, teleasistencia y estancias vacacionales.

Los investigadores de la UPV, que pertenecen a los grupos Cuina y Sabien-Itaca, trabajan en NutriPro, proyecto europeo cuyo objetivo es facilitar la valoración del estado nutricional de las personas mayores.

A partir de esta elaboración se establecen una serie de recomendaciones alimentarias para ayudar a conservar o en su caso mejorar la nutrición de las personas mayores.

Para ello, los investigadores de la UPV han implementado en una tableta el Mini Nutritional Assessment (MNA®), una herramienta que ayuda a identificar a ancianos desnutridos o en riesgo de desnutrición.

Se trata de un cuestionario que incluye preguntas acerca de si el anciano ha perdido recientemente el apetito, su nivel de movilidad, si padece o ha padecido alguna enfermedad aguda o problemas neuropsicológicos, entre otras.

Según Vicente Traver, responsable del grupo Sabien del Instituto Itaca de la Universitat Politècnica de València, al implementar la herramienta en una tableta “lo que buscamos es facilitar la recogida de estos datos a los profesionales que atienden a estas personas”.

La aplicación se ha desarrollado conservando los principios de simplicidad, facilidad de uso y acceso multiplataforma, mediante el Ionic Framework, que usa Javascript y tecnología web, y permite compilarla para varias plataformas.

En concreto, en el proyecto han desarrollado versiones para iOS, Android y web, según han informado a EFE fuentes de la Universitat Politècnica de Valencia.

A partir de todas las preguntas, se extrae una puntuación concreta: si los valores están entre 24 y 30, se considera que el estado nutricional del anciano es correcto; entre 17 y 23 existiría riesgo de desnutrición; y si el valor oscila entre 1 y 23, el anciano estaría desnutrido.

Desde el grupo Cuina elaborarán una serie de pautas generales para cada uno de los rangos deficitarios, de forma que los centros de asistencia y, en general, los profesionales que están a cargo de estos ancianos, dispongan de una dieta y consejos científicamente validados para mejorar su estado nutricional.

“Dentro de estas pautas, una de las cuestiones esenciales está en saber integrar el aspecto emocional de la comida con su valor nutricional”, ha explicado Purificación García, investigadora del grupo Cuina de la UPV.

Por ejemplo, ha indicado García, “no podemos pautar una dieta con espaguetis, y la razón es muy simple: nutricionalmente es muy recomendable, pero si no saben o pueden comérselo, el resultado sería totalmente negativo”.