Este puente, de enormes dimensiones, llegó a tener diez arcos y fue una de las mayores obras romanas en Galicia

Alberto Gómez

1 de julio de 2025 16:30 h

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Es casi imposible viajar y conocer de cerca todo el patrimonio arquitectónico de huellas romanas que podemos encontrar a lo largo y ancho de nuestra geografía. Pero hay algunas obras que, por alguna de las características o de los parámetros con los que fueron construidas, están en el debe de todo viajero. Es el caso del puente romano de Ourense, una enorme construcción levantada en tiempos de la civilización romana, que llegó a tener hasta diez enormes arcos y que es considerada como una de las mayores obras romanas de toda la comunidad gallega.

Aunque al principio era un modesto paso al margen de la ciudad, la construcción de semejante puente tuvo una clara influencia en la vida de los orensanos ya que, durante varios siglos, este puente romano era el único cruce del río Miño en varios kilómetros a la redonda. Hasta 1918, año en que se inauguró en la ciudad el segundo puente.

El puente, conocido también por los nombres de Ponte vella, Ponte maior o simplemente A ponte, es todo un símbolo de la ciudad, de ahí que aparezca en el escudo de la ciudad gallega.

Trajano o Augusto

Buena parte de los expertos que lo han estudiado datan su construcción en el siglo I, durante el reinado de Trajano, aunque también los hay que creen que fue durante el de Augusto. En el siglo XII, el puente fue reconstruido, incorporando arcos apuntados y rampas. La estabilidad final se logró en el siglo XVII. Una de sus torres fue demolida en el siglo XIX, mismo siglo en el que fueron eliminados tres arcos de los diez que tenía hasta entonces.

Actualmente, sus grandiosas medidas nos dan una idea de su monumentalidad: 208,8 metros de largo, con una altura máxima en su arco central de 33,25 metros. Es, por lo tanto, uno de los puentes más importantes de toda la península, cuyo arco más grande posee una luz de 38,20 m.

En definitiva, esta joya de las construcciones romanas sigue atrayendo visitantes y despertando elogios. Y la ciudad de Ourense sigue unida a todo lo que ha supuesto este histórico puente, declarado por decreto Monumento Histórico en 1961.