Entre mar y viñedos: la bonita ruta senderista que atraviesa el Camino del Norte y puedes hacer en Euskadi

La costa de Gipuzkoa acoge un sendero que une Zarautz y Getaria a través de un trazado liviano, adecuado para caminantes de diferentes edades. El recorrido discurre por un entorno donde el paisaje costero se combina con extensos viñedos que cultivan la variedad hondarribi zuri, empleada en la elaboración del txakoli con Denominación de Origen Getariako Txakolina. Realizar este trayecto permite observar acantilados, suaves colinas y el mar Cantábrico, sin exigencias orográficas destacadas.

El itinerario arranca en la playa de Zarautz y, mediante una senda peatonal acondicionada, conduce hasta Getaria en una caminata sencilla de apenas 4,5 kilómetros. Quienes buscan una ruta más extensa optan por variantes circulares o mixtas, que integran ascensos suaves por el monte y retornos junto al litoral. En su versión más clásica, la senda asciende por la calzada empedrada de Aldapeta, parte del Camino del Norte, accediendo a la ermita de Santa Bárbara, del siglo XVIII, que ofrece una amplia vista del entorno.

Desde esa atalaya natural, el sendero continúa entre viñedos y caseríos, alcanza Getaria y permite recorrer su arquitectura histórica, su puerto pesquero y su patrimonio cultural, antes de regresar por el paseo costero. Esta experiencia combina paisajes agrícolas, patrimonio religioso y urbano con una geografía amable para su disfrute.

Itinerario y características técnicas

El trayecto más común conecta Zarautz y Getaria por una senda accesible que parte desde la playa y se mantiene próxima al mar, ofreciendo panoramas continuos del litoral. Para quienes prefieren una propuesta más variada, existe una alternativa circular que combina ascenso por el monte con descenso por la costa. En esas variantes, la calzada de Aldapeta sirve de punto de partida para un ascenso moderado que conduce hasta la ermita de Santa Bárbara, situada a unos 150–170 metros de altitud. Este enclave funciona como mirador desde el que se divisan Zarautz, la costa oriental de Gipuzkoa y, en días claros, zonas más distantes.

Las rutas circulares presentan una longitud estimada de entre 7,8 y 14 kilómetros, según el trazado elegido. Las variantes mixtas, que combinan tramos interiores y costeros, suelen alcanzar los 12 kilómetros o más, con desniveles acumulados que rondan los 200–300 metros de ascenso total. La dificultad técnica se considera baja, lo que las hace aptas para familias y caminantes sin experiencia, siempre que se tomen precauciones en las zonas próximas al mar en condiciones de oleaje fuerte.

En función de la temporada, el recorrido puede presentar diferencias notables en cuanto a afluencia de visitantes y condiciones del terreno. Durante los meses más cálidos, la senda registra mayor tránsito, especialmente en fines de semana y periodos vacacionales. En cambio, en otoño e invierno la ruta ofrece una experiencia más tranquila, aunque las precipitaciones pueden incrementar la humedad en los tramos de ascenso y requerir calzado antideslizante. La señalización es visible y se apoya en hitos del Camino del Norte, lo que facilita el seguimiento del itinerario.

Paisaje, patrimonio y tradición vinícola

Durante el ascenso por la calzada histórica, el caminante atraviesa viñedos de txakoli que crecen a ambos lados del sendero y que forman parte de la tradición vitivinícola local. En esta área destacan bodegas reconocidas como Elcano, Txomin Etxaniz o Ameztoi, situadas en las inmediaciones del recorrido. La ermita de Santa Bárbara, financiada históricamente con aportaciones relacionadas con la pesca de ballenas, se construyó como espacio de culto y protección ante temporales.

Al aproximarse a Getaria, la ruta penetra en su casco histórico, definido por un trazado rectangular, calles empedradas, casas marineras y el pasadizo conocido como Katrapona, que atraviesa bajo la iglesia de San Salvador, monumento gótico de relevancia histórica. Esta villa, cuna de Juan Sebastián Elcano, conserva un puerto de tradición pesquera y una gastronomía vinculada al mar, además de su notoriedad por el txakoli de la zona.

Quienes prolongan la caminata pueden incluir la subida al monte San Antón, conocido como el “Ratón de Getaria”. Este espacio natural, unido a tierra por un istmo, alberga senderos interiores y puntos panorámicos que permiten contemplar tanto la línea de costa como las áreas interiores. La combinación de mar, viñedo y núcleo urbano en un mismo recorrido lo convierte en un itinerario representativo de la comarca. El regreso habitual por el paseo marítimo transcurre junto a la playa y el puerto, lo que cierra la ruta con un tramo llano y accesible, muy frecuentado por residentes y visitantes.