Si vas a visitar espacios naturales, recuerda la importancia de respetar el entorno y sigue las guías y recomendaciones oficiales para no poner en peligro el lugar ni tu integridad física.
En la costa oriental de Fuerteventura, en el municipio de Antigua, se encuentra una formación geológica que despierta el interés de quienes buscan espacios naturales. Entre Caleta de Fuste y Nuevo Horizonte, emerge durante la bajamar una piscina natural de origen volcánico que se oculta completamente cuando sube la marea. Este fenómeno intermareal ha comenzado a llamar la atención por su carácter transitorio y su localización, próxima a una de las zonas turísticas más desarrolladas de la isla.
La piscina natural se localiza en un tramo del litoral rocoso formado por materiales volcánicos, característicos del paisaje majorero. No existen instalaciones turísticas ni señalización visible que indique su ubicación. El acceso se realiza a pie desde el paseo marítimo de Caleta de Fuste o desde la urbanización cercana de Nuevo Horizonte, descendiendo por formaciones rocosas que pueden resultar resbaladizas. El espacio solo es accesible durante la marea baja, cuando el mar se retira lo suficiente como para dejar al descubierto una depresión rocosa que retiene el agua del océano.
El lugar carece de vigilancia, servicios básicos o infraestructura asociada al baño. No hay presencia de socorristas, escaleras de acceso ni acondicionamiento del entorno. Esta ausencia de intervención facilita la conservación de sus características naturales, pero también implica que quienes lo visitan deben hacerlo bajo su propia responsabilidad, tomando precauciones básicas como llevar calzado adecuado y consultar previamente los horarios de las mareas.
Formación y condiciones de acceso
La piscina se forma cuando la marea desciende lo suficiente para que una cavidad situada en el sustrato rocoso quede aislada del oleaje directo del océano. Esta depresión retiene agua marina de forma temporal, creando una lámina de agua clara y poco profunda. Su tamaño varía según el nivel de la marea y las condiciones del terreno, pero se trata de un espacio limitado, que no admite grandes aglomeraciones. Durante la pleamar, la piscina queda completamente cubierta y deja de ser visible o segura para el baño.
El acceso implica desplazarse sobre roca volcánica irregular, sin caminos acondicionados ni señalización oficial. Aunque el recorrido es breve, puede presentar dificultades si no se cuenta con el calzado apropiado o si las condiciones meteorológicas no son favorables. Tampoco se requiere ningún tipo de autorización ni pago para acceder a la piscina natural, al tratarse de un espacio de dominio público sin restricciones formales. Sin embargo, por tratarse de un enclave natural, se recomienda no alterar su entorno ni dejar residuos. La ausencia de vigilancia obliga a extremar la precaución, especialmente si se visita con menores o personas con movilidad reducida.
Usos, limitaciones y recomendaciones
El uso principal de este enclave es el baño recreativo. La transparencia del agua y la protección natural frente al oleaje permiten que el espacio se utilice como una piscina improvisada durante el tiempo que permanece accesible. Algunas personas utilizan el lugar para practicar snorkel de forma ligera, aunque su escasa profundidad limita esta actividad a una observación superficial del entorno marino. No es una zona adecuada para nadar largas distancias ni para deportes acuáticos.
Las condiciones para el disfrute de la piscina están determinadas casi exclusivamente por la tabla de mareas. Se recomienda planificar la visita en función del horario de la bajamar, que cambia diariamente. Lo ideal es llegar entre 30 minutos y una hora antes del punto más bajo de la marea para observar el proceso de formación de la piscina y contar con el tiempo suficiente para utilizarla antes de que vuelva a subir el nivel del mar.
En temporada alta, el lugar puede recibir una mayor afluencia de visitantes, especialmente en las horas coincidentes con la bajamar. La piscina natural entre Caleta de Fuste y Nuevo Horizonte constituye un ejemplo de cómo las condiciones naturales del litoral pueden ofrecer espacios de uso recreativo temporal, sin necesidad de intervención humana. Su carácter efímero, condicionado por las mareas, y su entorno sin modificar, la convierten en un enclave singular dentro del paisaje costero de Fuerteventura.