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Ciudadanos: la tortuga que puede vencer a la liebre

Ciudadanos ve "un honor" que el Gobierno pueda adoptar sus propuestas económicas

Jose Javier Olivas

El surgimiento de Ciudadanos o Ciutadans como alternativa creíble a PP y PSOE es uno de los eventos más significativos en el panorama político español en años. Aunque aún no tengan las expectativas de voto ni la atención mediática de Podemos, el otro gran fenómeno de los últimos tiempos, el impacto de Ciudadanos en el sistema político y dinámicas de partido españolas puede ser más decisivo a largo plazo.

Ciudadanos está atrayendo votantes de centro izquierda y centro derecha. Su estrategia de “cambio sensato” ofrece una agenda reformista que puede ser considerada una via intermedia entre la continuidad del sistema político actual, forjado principalmente por PSOE y PP en las últimas tres décadas, y el cambio más radical propuesto por Podemos. Si Podemos ofrece una revolución, Ciudadanos promete una evolución.

La campaña de Podemos hasta ahora ha mirado más hacia atrás y se ha enfocado casi completamente en atacar los errores de la clase política que ha dominado España desde la transición, “la casta”. Mientras tanto Ciudadanos ha sido menos beligerante y se ha centrado en construir un programa alternativo de gobierno creíble y establecer las condiciones para futuros pactos con otros partidos. Incluso los más críticos con su programa reconocen que a diferencia de la mayoría de los partidos, que enfocan su discurso en objetivos políticos poco definidos, Ciudadanos ha comenzado proponiendo medidas e instrumentos concretos.

Podemos puede acabar consiguiendo más escaños en las próximas elecciones generales que Ciudadanos, pero cada vez parece un escenario más probable que Ciudadanos acabe teniendo la llave para la Moncloa y muchos gobiernos regionales y locales.

 

Gráfico: evolución de la estimación de voto (Metroscopia para El País)

Fuente: Metroscopia – El País

Empezando despacio pero acelerando

Ciutadans de Catalunya fue un partido creado en 2006 como una reacción contra el auge del nacionalismo, más tarde transformado en independentismo, en Cataluña. Al principio Ciutadans fue considerado un partido marginal, generalmente ignorado e incluso burlado por los medios y los otros partidos catalanes. Solo consiguieron sobre un 3% de los votos y 3 escanos en el Parlament en las elecciones autonómicas de 2006 y 2010.

Sin embargo, el claro mensaje contra la independencia de Cataluña, y la cada vez mayor exposición mediatica de su carismático líder, Albert Rivera, les permitió ganar momento. En las elecciones anticipadas de 2012, tras las mayores movilizaciones por la independencia en Barcelona, Ciudadanos consiguió 7.6% de los votos y 9 asientos en el Parlament. En las elecciones al Parlamento Europeo obtuvieron 3.6% del total de votos en España y dos eurodiputados. Desde entonces, la popularidad de Ciudadanos ha subido como la espuma. En su primera participación en las difíciles elecciones andaluzas del 22 de marzo de 2015, consiguieron más de 9.4% de los votos y 9 escaños. Y lo que es más importante, el apoyo a Ciudadanos en el resto de España parece considerablemente mayor. En uno de los últimos estudios de opinión de Metroscopia, este partido aparece cuarto en intención de voto (18.4%), casi empatado con el PP (18.6%), PSOE (22.2%) y la otra gran sorpresa, Podemos (22.5%).

¿Quién es Albert Rivera?

Albert Rivera es un joven, aunque experimentado politico, que ha liderado el partido desde su congreso fundacional en 2006. Nacido en Barcelona en 1979 de padre catalán y madre andaluza, en su juventud Rivera fue campeón de natación de Cataluña y campeón de la Liga de Debate Universitaria. Tras graduarse (licenciado y master en derecho por ESADE) trabajó como abogado en La Caixa. Rivera es padre de una niña, declarado eurófilo y ateo.

A pesar de su joven edad, Rivera ha demostrado durante su carrera en Ciudadanos gran tenacidad y compostura. Superó algunos errores iniciales en el partido y gradualmente consiguió consolidar la organización en un entorno altamente hostil. Su agenda anti-nacionalista hizo a Ciudadanos el blanco de críticas, mofa, insultos e incluso serias amenazas. Rivera es probablemente el político más elocuente y goza en la actualidad del índice de aprobación más alto de España. Ha demostrado constantemente sus excelentes dotes oratorias en el Parlamento Catalán y las entrevistas y debates en los medios de comunicación. El carisma de Rivera es una de las principales bazas de Ciudadanos.

Ciudadanos vs Podemos

Es difícil hablar de Ciudadanos sin establecer comparaciones con el otro gran fenómeno de la política española: Podemos. Ambos están capitalizando el descontento público con PP y PSOE. La crisis económica ha socavado la confianza en los partidos tradicionales a los que se considera corresponsables de los problemas de España. Aunque los diagnósticos de Ciudadanos y Podemos tienen bastantes similitudes, incluyendo las críticas a la corrupción, al clientelismo y al “injusto” sistema electoral, ambos partidos se distancian claramente en las soluciones que proponen.

Podemos promete cambios radicales y una ruptura con el marco constitucional vigente. Podemos encuentra inspiración en la griega Syriza y en algunos gobiernos latinoamericanos para muchas de sus medidas reformistas. Ciudadanos propone un “cambio tranquilo” o “sensato”, se muestran más cómodos con el marco constitucional actual y prefieren inspirarse de los modelos escandinavos y anglo-sajones.

Podemos está llevando a cabo una muy directa y agresiva campaña contra PP y PSOE. Su líder Pablo Iglesias, tan solo un año mayor que Rivera, clamó recientemente en un multitudinario meeting “el cielo no se toma por consenso, sino por asalto”. Podemos especula con una gran victoria electoral, similar a la de Syriza en Grecia, y hasta ahora en su discurso ha dejado escaso margen para pactos postelectorales con ninguno de los grandes partidos. Parece que a pesar de criticar apasionadamente el bipartidismo, la estrategia de Podemos requiere de la continuidad de este modelo. Sin embargo, la situación socio-económica en España es bastante menos desesperada que en Grecia y el sistema electoral hace menos plausible una amplia mayoría que en el país heleno. El declive de PSOE y PP es más lento que el de PASOK y Nueva Democracia, y Podemos no encontrará tan fácilmente un “enemigo externo” contra quien movilizar a los votantes españoles, como hizo Syriza con la Troika.

En Ciudadanos, piensan que se está pasando a un sistema con cuatro partidos grandes y están evitando activamente la confrontación directa con otros partidos para así dejar la puerta abierta a posibles pactos postelectorales. Ciudadanos critica los escándalos de corrupción y los fracasos de PP y PSOE pero cree que tarde o temprano algún acuerdo será necesario. Esta más constructiva forma de hacer oposición es una manera de distinguirse de Podemos, de salvar críticas en el probable escenario de negociaciones, y de evitar alienar a los votantes que aún son leales a los dos grandes partidos. Ciudadanos comprende que para gobernar España se requiere una gran parte de los votantes de posturas más centristas.

¿Ciudadanos, izquierda o derecha?

El primer gran reto de Ciudadanos es poder romper con la polarizada dinámica izquierda-derecha de la política española. Una tarea importante es escapar de los equívocos y estereotipos concernientes a la ideología de Ciudadanos, en parte fruto de su ambigüedad calculada y en parte de la intención de desacreditarlos. Ciudadanos ha sido a menudo descrito por los medios y sus oponentes políticos como un partido de derechas. Sin embargo, Ciudadanos no es el Podemos de la derecha como algunos han argumentado.

Ciudadanos fue fundado por un grupo de intelectuales de centro-izquierda preocupados por la deriva nacionalista en Cataluña. Aunque Rivera fue anteriormente simpatizante del PP, la mayor parte de los ideólogos de Ciudadanos habían tenido conexiones previas con partidos y organizaciones de izquierdas. El ideario de Ciudadanos decía que el partido nacía para llenar un hueco en el centro-izquierda no nacionalista en Cataluña y que se nutría del “liberalismo progresista y del socialismo democrático”.

En la actualidad el partido evita posicionarse públicamente a la izquierda o derecha del espectro ideológico. Tras las elecciones al Parlamento Europeo de 2014, Ciudadanos se unió al centrista Grupo de la Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa (ALDE). Algunas de las propuestas de Ciudadanos parecen destinadas a atraer al electorado de centro-derecha, como el IRPF máximo del 40% y la limitación de los servicios de salud a los inmigrantes sin permiso de residencia. Sin embargo las prioridades en la agenda política del partido, como la defensa de la educación pública, laicismo, lucha contra la desigualdad y precariedad laboral, indican una apuesta socialmente progresista. Igualmente el programa económico coordinado por el catedrático de economía de la London School of Economics, Luis Garicano, y por el expresidente de la CNMV, Manuel Conthe, apunta la necesidad de regulación más efectiva de los mercados, la igualdad social y una agenda europea pro-crecimiento. Medidas estas alejadas de los postulados tradicionales de la derecha.

El riesgo para Ciudadanos es que cada nueva propuesta política o pacto con otros partidos conlleva el riesgo de alienar o bien a su electorado de centro-izquierda o al de centro derecha. El suyo es un equilibrio delicado y cualquier paso en falso podría comprometer su imagen pública.

Nuevos retos para Ciudadanos

Los próximos meses pueden ser difíciles para el partido. Tras el éxito en las elecciones andaluzas, Ciudadanos disfrutará de mucha más atención mediática que podrán transformar en votos. Pero se incrementará también el escrutinio público sobre la formación y sus candidatos. Anteriormente Ciudadanos no fue tomado muy seriamente por ninguno de los otros partidos. Pero ahora están robando un número substancial de votos de UPyD, PP y PSOE, y erosionando las oportunidades de Podemos, IU, y de los partidos nacionalistas periféricos de poder influenciar las negociaciones para la formación del próximo gobierno. Cualquier escandalo o error político de Ciudadanos o alguno de sus miembros será ciertamente utilizado para dañar el partido.

El acelerado proceso de crecimiento e institucionalización del partido fuera de Cataluña hará mucho más difícil controlar los errores. Miles de nuevos afiliados se han unido a Ciudadanos en los últimos meses. El partido tendrá que tratar con la absorción (formal o informal) de UPyD, cuya negativa a formar coalición con Ciudadanos ha provocado una fuga masiva de afiliados y votantes. Ciudadanos ha introducido auditorías externas y un periodo mínimo de seis meses de afiliación para poder ser candidatos por el partido. Mientras la ejecutiva central de Podemos ha controlado de cerca el crecimiento del partido, Ciudadanos ha optado por una estrategia más descentralizada y menos jerárquica. El equipo de organización de Ciudadanos podría verse pronto desbordado por la tarea de coordinación y control.  

Ciudadanos no solo necesita reclutar muchos nuevos candidatos y cuadros para el partido, sino que deberá invertir mucho en su entrenamiento y apoyo. La formación naranja está atrayendo en sus filas fundamentalmente profesionales cualificados (abogados, ingenieros, profesores, emprendedores) con muy poca o ninguna experiencia previa en política. Esto es parte del atractivo de Ciudadanos, un signo de coherencia con el mensaje de cambio y crítica a la clase política dominante. Sin embargo esta decisión no está exenta de riesgos. Las habilidades personales, educación y previa carrera profesional de estos nuevos políticos puede resultar insuficiente cuando se enfrenten a oponentes con más experiencia en comunicación política y con mejor conocimiento de las instituciones.

Finalmente, Ciudadanos está cosechando mucho éxito entre las clases medias urbanas y granjeándose el apoyo de empresarios e intelectuales. El reto para ellos será conseguir crecer en áreas rurales y entre las clases trabajadoras sin sacrificar aspectos básicos de su programa ni adoptar un discurso populista.

De cualquier modo este partido tiene muchas razones para el optimismo. En un periodo extraordinariamente corto, Ciudadanos ha conseguido pasar de ser un partido asociado casi exclusivamente por su oposición al nacionalismo Catalán, a convertirse en una alternativa al PP, PSOE y Podemos a nivel nacional. La crisis económica y la perdida de legitimidad experimentada por los partidos tradicionales han abierto una ventana de oportunidad en la política española. Podemos y Ciudadanos están determinados a aprovecharla. El discurso más radical de Podemos hasta ahora les ha servido para conseguir mayor atención mediática e intención de voto. Sin embargo la agenda reformista más moderada y constructiva de Ciudadanos, es probable que les otorgue una mejor oportunidad para condicionar las acciones de futuros gobiernos y para consolidar la lealtad a largo plazo de los votantes. Este podría ser un caso en el que la tortuga acaba venciendo a la liebre. 

Este artículo es una traducción del artículo publicado conjuntamente por LSE Euro Crisis in the Press y por EUROPPLSE Euro Crisis in the PressEUROPP

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