Ramírez reta a los accionistas proclives a vender la UD a convocar una junta

Ramírez dejó claro que “cuando fuimos a Milán, las personas con las que íbamos a entrevistarnos ya sabían que no íbamos a vender el club, y por esa hay tres propuestas de sponsorización sobre la mesa”. El máximo mandatario amarillo insistió en que “mientras yo sea presidente no se va a vender el club, eso lo tengo claro” y añadió que “cuando yo no esté y haya otro presidente, que haga lo que quiera pero mientras yo dirija el club y tome decisiones, es que no voy a escuchar ninguna oferta”.

Ante la posibilidad de que el Consejo de Administración que preside consulte con el resto de accionistas la propuesta de compra del club, Miguel Ángel Ramírez aseguró que “yo soy el presidente del Consejo y no tengo que consensuar ninguna decisión porque el Consejo es el máximo responsable de gestionar la entidad”. Eso sí, advirtió que “si hay alguien que entiende que se debe vender el club, pues que solicite convocar una junta extraordinaria donde se debata este asunto, porque, como Consejo, somos soberanos para tomar esta decisión”.

El presidente amarillo lanzó el reto a quienes abogan por la venta y dejó caer que “si hubiese otros dirigiendo el club ya lo hubieran vendido, porque me han llamado unos cuantos diciendo que cómo es que no vendo el club, pues yo no lo vendo”.

Ramírez explicó que según los Estatutos de la SAD nadie puede tener más de un 4% de acciones, aunque estas se han elevado a un 8% al quedar sólo en torno a un 50% la ampliación de capital abierta desde 2005. “Por eso los rusos, o quienes quieran comprar, no pueden ir adquiriendo de ocho en ocho por ciento hasta hacerse con una mayoría de acciones siempre y cuando no se cambien los estatutos del club, pero yo no estoy dispuesto a engañar a los más de ocho mil accionistas que tenemos”.

En la rueda de prensa convocada en el Estadio de Gran Canaria tras su viaje a Milán, de donde regresó la tarde del jueves, Miguel Ángel Ramírez confirmó, además, que el cierre del proceso concursal se hará mediante una operación aceptada por la Caja de Ahorros del Mediterráneo para sustitutir el aval de 2,2 millones de euros correspondiente al grupo Lopesan -y los 330.000 euros de otros tres pequeños avalistas, Eulogio Romero, Manuel Aguiar y Agustín Ojeda- por medio del contrato publicitario de seis millones de euros firmado hasta 2011 entre la UD Las Palmas y el Gobierno de Canarias.