El Gran Canaria hace soñar a toda una isla hasta el final

Eulis Báez entra a canasta ante la mirada de Gustavo Ayón en la final de la Copa del Rey 2016 en La Coruña.

Canarias Ahora Deportes

Las Palmas de Gran Canaria —

El Herbalife Gran Canaria hizo soñar con alcanzar la gloria durante todo el partido, realizando un esfuerzo inconmensurable hasta el último minuto en una gesta impresionante ante un todopoderoso Real Madrid que se las deseó y sufrió para llevarse la victoria por 81-85.

Tras un torneo épico, los de Aíto hicieron realidad el sueño, no sólo de jugar una final de la Copa del Rey, sino de competir y disputarle al Real Madrid el trofeo hasta el último suspiro, llegando incluso a ponerse por delante en el tercer cuarto y apelando nuevamente a la heroica cuando fueron perdiendo hasta de 12 puntos en el último cuarto (70-82), cuando quedaban tres minutos para el final.

En un final de partido que rizaba el rizo de lo hecho en cuartos ante el Valencia Basket y el Bilbao Basket en semifinales, en el último tiempo muerto de Aíto, pudo escucharse a Alberto oliver gritar con rabia: “está difícil pero no es imposible”.

De sus manos salió un triple que se sumaba al siguiente conseguido por Xabi Rabaseda, para apretar un final de partido para la historia de la Copa ACB. 

Subcampeones un 21 de febrero de 2016, una fecha que, a pesar de la derrota, quedará grabada en la memoria y la historia de un club que ha conseguido una gesta impresionante y a cuyos jugadores sólo queda entregarles todo el reconocimiento por haber hecho soñar durante 40 minutos a toda una isla que el Herbalife Gran Canaria podía ser campeón.

El partido comenzó con un triple de Jaycee Carroll inaugurando la octogésima final de Copa del Rey, que tuvo réplica inmediata por parte de un Herbalife Gran Canaria dispuesto a vender caro el título con un 4-3 que fue su única ventaja en los dos primeros cuartos.

El Real Madrid, más metido en el partido, logró un parcial de 2-13 para un 6-16 (min. 7) que pareció comenzar a encauzar sus ansias de victoria.

Los de Aíto, como en partidos anteriores, mantuvieron la calma y se aferraron al partido con todo. Con defensa, con acciones individuales en ataque y con un derroche físico importante, que permitió cerrar el primer cuarto con un 18-24.

En el segundo parcial no cambió la situación. Primero los canarios se acercaron con un 24-26 (min.13) y, después, el Real Madrid volvió a instalarse de manera efímera en la decena de puntos de ventaja (26-36, min.17).

El equipo de Pablo Laso, sin acabar de rematar, daba la sensación de poder romper el partido en cualquier momento, mientras que el Granca parecía estar al límite de sus posibilidades, pero siempre encontraba un mínimo de energía para igualar las propuestas del rival.

Con guerras individuales de por medio, como las que mantenían Felipe Reyes y Eulis Báez, o KC Rivers y Sasu Salin el marcador volvió a estrecharse con un triple al límite de tiempo de Báez que puso el 38-40 con el que los equipos pasaron a vestuarios.

Las ansias de conseguir el título consecutivo por parte del Real Madrid se igualaron con las del 'novato', en estas lides, Granca, aspirante a su primer trofeo copero.

Otro triple de Baéz, en el inicio del tercer acto, volvió a poner a los canarios por delante en el marcador, 41-40 (min.20.30) y una canasta de Alen Omic significó el 43-40 (min.22).

El Real Madrid superó la frustración de no anotar en los siguientes tres lanzamientos, pero igualó el luminoso de forma rápida con Jonas Maciulis y Carroll (45-45, min.24).

Para pasar a las ventajas con un 3+1 de Carroll que llegaron a ser de 6 puntos (50-56, min.27). Pero el Granca, como hizo en los cuartos anteriores, volvió a minimizar el marcador, ahora con triple casi desde las islas de Kevin Pangos, para dejar el marcador a diez minutos para el final en 59-62.

El Real Madrid no daba con la tecla necesaria para subir al marcador su teórica superioridad, mientras que los canarios, con trabajo, un poco trabados y casi al límite, se mantuvieron al acecho y con opciones reales de victoria.

Un 0-5 de salida señaló el camino a un Real Madrid que empezó a afilar los colmillos conforme el final se iba acercando, 62-71 (min.34), y el Herbalife Gran Canaria comenzaba a mostrar algunos signos de debilidad, fruto del cansancio.

Rivers, con un triple, subió al marcador el 68-78 a falta de poco más de tres minutos, lo que hizo a su equipo rozar el trofeo con la punta de los dedos.

El Granca lo intentó más con el corazón que con la cabeza, con dos triples consecutivos (primero Oliver y después Xabi Rabaseda) para poner dos de diferencia en el marcador tras ir perdiendo hasta de 12 puntos.

El Chacho Rodríguez conseguía anotar sus dos tiros libres y en la último ofensiva, Pablo Aguilar, fallaba un triple que hubiese puesto un 84-85 en el marcador a falta de 20 segundos para el final.

No fue posible, pero una gesta como la que ha realizado el equipo claretiano ante un gigante como el Real Madrid quedará para siempre en la memoria.

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